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Vivir con el I Ching


Bueno, me parece que me voy a meter en camisa de once varas, pero no tengo otra posibilidad.

Es que este libro nos hace viajar muy lejos hacia dentro, e incluso llega a tocar por un momento ese lugar más recóndito donde nos anulamos.
Cómo lo hace no lo sé. Es un proceso, más o menos largo según la persona y la asiduidad con que consulte el libro. Es un camino de vida. Lo hacemos viviendo.



Con el tiempo te lleva, te conduce, comienzas a mirar el mundo de otra forma. La cosa es sutil y no se manipula, surge por sí misma. Emerge.

Cuando compré el libro de Wilhelm en 1980 yo no sabía nada sobre el libro. Lo vi en la librería de un amigo de la familia, y quise para mí el tesoro. Advertí que era un tesoro.
En esa época me llevó tres meses ahorrar para comprarlo, mi salario pagaba el colegio de nuestras hijas. ¿Se entiende a lo que voy? Fue como un llamado al que respondí.
Cuando lo tuve conmigo, comencé por la poesía de Borges, y continúe letra por letra los prólogos, las introducciones. Es el libro que he abordado con mayor parsimonia en toda mi vida. Pensé "algo tan antiguo y acrisolado solo se puede abarcar con parsimonia, y yo tengo todo el tiempo del mundo"
Ese tipo de cosas produce el libro en nosotros.

Cuando llegué al método de las monedas me dije "si es un diálogo, y el libro responde a mis preguntas" espontáneamente surgió mi primer pregunta "¿qué efecto tendrá en mi vida?"
Lo recuerdo como si fuera hoy. Consulté en la mesa de la cocina con tres monedas de diez centavos y luego salí al patio a leer la respuesta, era un día nublado y húmedo de primavera. Había estado lloviznando toda la mañana.

1
El  libro me había respondido 1, Lo Creativo, 9 en los 6 puestos; mutando a 2, Lo Receptivo.
Al tirar las monedas no lo iba creyendo,  terminé contando tres veces los últimos dos trazos. Pensaba "debe haber algún error, no pueden ser todos 9"  Ahora me río al recordarlo ¡Yo no  conocía el libro, no sabía quién era el I Ching!

Nunca había leído 1, Lo Creativo, no sabía de qué se trataba. Tampoco 2, Lo Receptivo.
2
Yo no tenía idea de nada, no había leído uno solo de los hexagamas.
Aún así, enfrentada a un lenguaje desconocido, este dragón, la yegua, el mundo, el encuentro en solitario, Uuufff! ¡Cómo me impactó!

Siempre leo esta parte del libro y medito en ella. Han pasado 30 años y lo voy comprendiendo. Es imposible de transmitir, hay que vivirlo.

Comentarios

Florencia Ávalos ha dicho que…
Marta, muy lindo artículo... personal, inspirador. Evidentemente, estaba ahí esperándote. Así funciona si dejamos que suceda, ¿no? ¡Un gran abrazo!
Marta Ortiz ha dicho que…
Tienes razón, a estas cosas que te hacen clic no hay que desoir.Es asunto de dejar que lo que te empuja y lo que te llama sea. Luego adviertes su significado.
Un abrazo Florencia, gracias.
negi ha dicho que…
felicitaciones marta! y gracias por compartir! es un gesto muy lindo y que mas personas lo tendrían que tener! y adelante!!
Marta Ortiz ha dicho que…
Gracias Negi, un abrazo!