Un pequeño comentario que veo necesario para mejorar las lecturas de las respuestas al oráculo del I Ching.
Este libro, como lo estamos usando en occidente, tiene una secuencia ordenada de hexagramas que siguen un orden de causa-consecuencia. Es un ordenamiento muy estudiado, muy meditado para facilitar la lectura de las respuestas. Por eso, no usar el ordenamiento es desperdiciar un recurso muy valioso a la hora de identificar el "momento" del ciclo de mutaciones en el que estamos involucrados.
Daré un par de ejemplos tomados de los comentarios de este blog para que se entienda mejor lo que estoy diciendo.
Supongamos una consulta que acaba de llegar al blog en estos términos. "¿qué sucedería si me mudo a Formentera para trabajar?". La respuesta fue el hexagrama 49, La Revolución, mutando en la sexta línea al hexagrama 13, La Comunidad de los Hombres Libres.
Si reparamos en la secuencia, esta persona ya ha tenido y/o está teniendo acceso al 48, El pozo de Agua. De ninguna manera es posible hacer realidad el 49 -la revolución, la renovación, el cambio de piel-, sin haber primero renovado su acceso al Pozo de Agua, sin haber reconocido su propio acceso a su agua de vida. Es una persona que está renovando su vida con autenticidad. No importa el costo, ya tiene el ánimo dispuesto, la conexión con su propia fuente de vida está renovada, es una nueva primavera en su vida. No importa tampoco cuántos años tenga, si es joven, madura, anciana. El 49 es una explosión de energía que renueva su vida, un antes y un después. Esa sexta línea del 49 habla de alguien experimentado que no se involucra en aventuras disparatadas en solitario ni se cree el rey del mundo, alguien que trabaja con otros y aún así mantiene su individualidad a rajatabla.
Otro ejemplo, la consulta fue "he conocido a ese muchacho en el trabajo, ¿qué necesito saber al respecto?". la respuesta el 47, La Desazón, mutando en la cuarta y sexta línea al 59, La Disolución. La consultante hace esta pregunta porque ha tenido experiencias que no quiere repetir.
Es que en este caso uno crece como crece un árbol, en forma natural y sin obstáculos. Eso es el 46. Entonces uno al comienzo es irreflexivo, uno está aprendiendo a vivir y a vivir se aprende viviendo. Y resulta que cuando crece como el 46, La Subida, es más que posible que pase por experiencias duras que a uno lo dejan escaldado, experiencias que no quiere repetir y no sabe cómo hacer para no repetir. Uno está amedrentado aunque aparente que todo está bien. Eso es el 47 y llega desde el 46.
Como pueden ver, si bien la secuencia no incide en forma directa en la lectura de las respuestas, es un recurso muy valioso para entender mejor la situación que se está viviendo. Les recomiendo no desestimar la secuencia y tenerla en cuenta para visualizar el panorama de la cuestión. Una mirada que se queda en lo pequeño de una línea en mutación puede hacer que uno no comprenda la respuesta del oráculo, es como usar una lupa para mirar una fotografía por primera vez. Se ve el detalle, pero se desconoce la figura mayor que da significado a ese detalle.
Va un ejercicio como ejemplo:
Vista panorámica. |
Supongamos que la línea mutante sea una fotografía de ese hombre agachado, que el hexagrama sea una fotografía del estacionamiento de bicicletas y ese hombre con el edificio al fondo y que esta panorámica sea ver al hexagrama en el contexto de los demás hexagramas, en especial en referencia al hexagrama que precede al de la respuesta, lo que se llama la secuencia previa. Qué me dice esta fotografía panorámica que no me está diciendo ninguna de las otras dos que son más reducidas. Me dice que el gobierno de esta ciudad desconocida por mí, además de hablar del cuidado del ambiente, invierte los dineros públicos en ello porque hay una ciclo vía con tres carriles. Que alguna empresa descarga su carga de impuestos usando bicicletas para sus empleados porque esas bicicletas son todas iguales y llevan una marca y un color. Este país es posible que haya firmado el acuerdo de Kioto. Me dice que estamos en otoño, parece obvio por las hojas amarillas de los plátanos. Me dice que es posible que sea en Francia, por el trabajo en hierro de la columna de alumbrado en primer plano y la avenida con plátanos. Que los árboles sean jóvenes me dice que este ordenamiento es reciente. Unos diez años. Uno puede seguir mirando y permitir divagar libremente a su mente. Sin complejos. De eso se trata hacer lecturas de las respuestas con las preguntas en la mente. Entonces una fotografía panorámica te genera muchas preguntas que vas descartando o confirmando pero te da un contexto para ese hombre agachado y las bicicletas. Eso es a lo que me refiero en esta entrada. |
Comentarios
Me llamo Gustavo y antes que nada quiero agradecerte por tu trabajo y por la claridad y precisión de tus explicaciones.
Quisiera saber cuales son los artículos básicos en un sentido pedagógico para acceder gradualmente a las buenas "técnicas" de interpretación del I Ching, o si hay un orden de lectura, como por ejemplo, empezar por el principio. 😊
Un saludo y gracias.
Lo primero para la lectura es conocer el simbolismo de los trigramas. Porque un hexagrama se compone con trigramas y todo lo que se puede decir de un hexagrama está ahí.
En RECURSOS, en la columna lateral del blog, está la Discusión de los Trigramas y El Gran Tratado, dos textos clásicos que ayudan. Ayudan pero no alcanzan, hacen falta más lecturas y mas contemplación e imaginación. Se han elegido nombres para los trigramas y esos nombres y sus imágenes y tu experiencia de vida del contacto con estos exponentes del mundo natural, -Viento, Lago, Trueno, etc- correspondientes, tienen que se una fuente inacabable de significados en tu mente. Tiene que imaginar que sos Viento (Sun) para comprender cómo actúa el viento, cuáles son sus intenciones. ¿Qué hace el Viento, cómo lo hace, el viento es aire, entonces es respiración y también vapor, entonces también es nube y también es lo que separa los seres unos de otros, entonces es distinguir. El viento se cuela por debajo de la puerta y llega a todos los rincones de mi casa, llega debajo de mi cama y sabe que mis zapatos están allí; entonces el Viento investiga y sabe todo. Sabe más que yo de mí mismo, sabe que pisé algo podrido porque siente el olor entonces es el olfato. Y si es el olfato es seguir el rastro y es cazar y s un detective, un espía, un adivino, alguien que usa el I Ching es Sun. Viento sabe que hay cosas que no se ven pero están. Entonces Viento guarda secretos porque no se lo dice a nadie. Y ¿cuál elemento de los 5 se le asigna a viento?, madera. Y cómo se asemeja el comportamiento de la madera al comportamiento del Viento? Madera es árbol y árbol tiene raíces que como el Viento penetran en la oscuridad, entonces es penetrar en lo desconocido para saber. Entonces Viento es un investigador.
Falta mucho para agotar lo que se puede decir de Viento-Árbol-Sun, esto es sólo para empezar.
¿Entiendes cómo funciona la cosa?
Sólo me acercaba para decir que es Barcelona y que son bicis públicas por las que uno paga una mensualidad para poder usarlas.
Entonces, al igual que has podido sacar conclusiones, no eran necesariamente correctas, por tanto ¿hasta qué punto puedo confiar en el propio juicio de mis reflexiones sobre el I Ching en mi vida personal? Muchas gracias, Marta
antes de presentar la fotografía digo que "se desconoce la figura mayor que da significado a ese detalle".
Las bicicletas y la columna de alumbrado son detalles, al desconocer la figura mayor que da significado al detalle, es decir, que se trata de Barcelona y yo no vivo en esa ciudad, es lógico que en mis deducciones haya errores, alguno de los cuales puedan deberse a prejuicios y otros a ignorancia. Ese es el punto que quería demostrar.
Cuando consultas por alguna cuestión personal conoces el panorama mayor y algunos detalles y te resulta más sencillo la lectura de tu respuesta. Pasa igual cuando usas la secuencia, porque te da el panorama mayor de la línea de tiempo causal en donde está situado el hexagrama.
Uno solo puede confiar en su propio criterio, con el tiempo de ejercicio uno se hace más criteriosa.
Gracias a ti Anónimo