El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --
El material que traigo acá es de un librito de Octavio Paz donde seleccionó y tradujo textos breves del filósofo taoísta Chuang-Tzu (370-287 a. C). No se pueden perder y por eso comparto cinco de ellos que presentaré en tres entregas sucesivas.
Lo editó Siruela en su Biblioteca de Ensayo en 1997 bajo el título Chuang-Tzu.
Dice Octavio Paz en su escueta introducción, "...Creo que Chuang-Tzu no sólo es un filósofo notable sino un gran poeta. Es el maestro de la paradoja y el humor, puentes colgantes entre el concepto y la iluminación sin palabras."
Transcribo estos textos porque a mi juicio son excelentes para meditar las diferencias entre Confucianismo y Taoísmo y entre las lecturas que del I Ching hacen ambas filosofías. Son los que Octavio Paz clasificó acá bajo el título El moralista, haciendo referencia con ello a Confucio y su escuela. Estos textos no llevan título en el original.
El moralista
Virtud y benevolencia
(1)
Cuando Confucio fue al oeste quiso obsequiar ejemplares de sus obras a la Casa Real de Chou. Un discípulo le aconsejó: "He oído que allí vive un viejo bibliotecario ya retirado, llamado Lao-Tzu(*). Si tu propósito es lograr que esos libros sean aceptados en la Biblioteca, lo mejor será ir a verlo para obtener su recomendación." Confucio encontró buena la idea y al punto hizo una visita a Lao-Tzu. Éste recibió el proyecto con mucha frialdad. Semejante acogida no impidió que Confucio desenrollara sus libros.. Lao-Tzu lo interrumpió. "Esto nos va a quitar mucho tiempo. Dime la substancia del asunto." a lo que respondió Confucio: "La substancia es virtud y benevolencia". "¿Podrías decirme", repuso Lao-Tzu, "si esas cualidades son innatas en el hombre?" "Claro que lo son" afirmó Confucio. "Recuerda el proverbio acerca del caballero: sin benevolencia no prospera; sin virtud no puede vivir. Ambas forman parte de la verdadera naturaleza humana."
"¿Y qué quieres decir con virtud y benevolencia?", preguntó Lao-Tzu. "Un corazón recto, un afecto general e imparcial a todos los hombres por igual", contestó Confucio. "Hum, lo segundo suena un poco peligroso. Postular un afecto igual a todos los hombres es una exageración; decidir de antemano que se les va a amar con imparcialidad, es ya tomar partido, ser parcial. Si de verdad quieres que los hombres no pierdan sus cualidades innatas, lo mejor que podrías hacer es estudiar cómo el cielo y la tierra prosiguen su eterna carrera, cómo el sol y la luna preservan su luz y las estrellas sus filas compactas, cómo viven los pájaros y los animales, cómo árboles y arbustos cambian de estación en estación. Así aprenderás a conducir tus pasos según el ritmo secreto del poder interior y podrás caminar el camino que camina la naturaleza. Pronto llegarás a un estado en el cuál no tendrás necesidad de ir de acá para allá , predicando virtud y benevolencia como los pregoneros de pueblo que nos aturden golpeando sus tambores y preguntando si alguien ha visto al niño perdido. Lo que tu haces con tu prédica es partir en dos la naturaleza humana!."
(*) Maestro de Chuang-Tzu, , fundador del taoísmo y autor de El Libro del Tao, Tao Te King
"Así aprenderás a conducir tus pasos según el ritmo secreto del poder interior y podrás caminar el camino que camina la naturaleza." Es invierno, entonces descansamos. |
Tradición y moral
(2)
Confucio dijo a Lao-Tzu: "He publicado el Libro de los Cantos, el Libro de la Historia, el de los Ritos, el de la Música, el de los Cambios y la Crónica de Primavera y Otoño -en total, seis escrituras- y creo que he asimilado completamente su contenido. Armado con este saber he conversado con setenta y dos gobernantes, a los que he explicado el método de los Reyes Antiguos; sin embargo ninguno de ellos ha hecho el menor uso de mis enseñanzas. ¿Debo concluir que mis oyentes han sido singularmente insensibles a la razón o que el método de los Antiguos Reyes es muy difícil de entender?"
"Fue una verdadera fortuna", repuso Lao-Tzu, "que no te hayas encontrado con un príncipe deseoso de reformar el mundo. Esas seis escrituras son el borroso rostro de los reyes muertos. No nos dicen nada acerca de la fuerza que guiaba sus pasos. Todas tus enseñanzas son como las huellas de los zapatos en el polvo; son las hijas de los zapatos pero no son los zapatos"
. . .
Las huellas no son los zapatos es el hexagrama 10, El Porte. Les deseo a todos una buena caminata, este es el enlace a una entrada del hexagrama 10.
Encontré un vídeo de alguien que sabe que las huellas no son los zapatos.
https://youtu.be/4GX6a2WEA1Q :El enlace también lleva al vídeo, por si se rompe la inserción del vídeo de abajo.
Para encontrar las demás entradas de la serie use las etiquetas de abajo.
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