Cuando se habla de política, se habla de toma de decisiones y, en este sentido, política es un término amplio que abarca todas las dimensiones de la vida.
Este comentario es para establecer los prototipos -o arquetipos si quieren-, del General de la segunda línea y del Príncipe de la quinta línea de este hexagrama. Lo que haré es delinearlos.
En un próximo post estudiaré las mismas líneas en el hexagrama 8 para contrastar a ambos.
Comienzo por la línea quinta, la del Príncipe. Ésta es la traducción de su dictamen en la versión de R. Wilhelm:
En el campo hay un montaraz. Es propicio apresarlo. No hay falla.
Conduzca el de más avanzada edad el ejército.
El más joven conduce cadáveres;
así la perseverancia acarrea desventura.
Supongamos la dimensión personal, la de un individuo consigo mismo. Supongamos que este individuo ejecuta sus decisiones personales, las que atañen a sí mismo, al estilo del hexagrama 7 en su quinto puesto.
Lo puede estar haciendo en forma circunstancial, porque las circunstancias transitorias de su vida lo llevan a tomar decisiones al estilo del hexagrama 7 en el quinto puesto o lo puede hacer como un estilo de vida que se ha cristalizado en él en algún momento por circunstancias traumáticas que haya vivido, porque El Ejército es pesadumbre, herida. Sea como sea, delinearé las características.
Este sujeto entonces está en pie de guerra permanente, vive apesadumbrado y en guardia por posibles ataques y ve enemigos o aliados en las personas con las que se vincula. Esas personas o son parte de su ejército o son sus enemigos. Son aliados o son enemigos, no hay otra opción. Pero también tiene en cuenta que el aliado de hoy puede ser el enemigo de mañana y a la inversa, por eso nunca baja la guardia y permanentemente trama intrigas para retener y aumentar a los aliados y debilitar a los enemigos.
El General de la segunda línea está en su pensamiento, en su interior; el General no se ve, nadie lo ve. Está enmascarado por el Príncipe, blando y dócil, de la quinta línea.
Como el puesto quinto no se condice con la línea, porque es un puesto firme, yang, y la línea es blanda, yin, rodeada de líneas blandas en las que no encuentra apoyo, es un Príncipe impredecible e incoherente, que toma por sorpresa con sus arranques de rabia en privado y sus decisiones extemporáneas cuando la línea muta y se hace yang.
La quinta línea está sometida a una presión interior que no lo deja descansar y lo apremia a la acción decisiva siendo que no cuenta con la firmeza para ello en forma permanente. Su naturaleza es blanda y se le exige ser firme sin apoyo de su entorno.
Las decisiones súbitas y extemporáneas, los ataques de rabia en privado, son síntomas de esa presión interior. Otro síntoma es su estado continuo de búsqueda de alianzas, un tocar el ánimo de los que lo rodean para asegurarse de que lo siguen, una manipulación permanente de su entorno, recurrir al chismorreo, los secretos y la delación. Estrategias, maniobras y tácticas que elucubra el General del 2º puesto que está en su pensamiento, abajo.
Esas decisiones que toma en forma abrupta recurren al procedimiento de establecer un hecho consumado y seguir adelante como si no hubiera sucedido nada. No escucha opiniones ni pareceres ni marchas atrás, lo tomas o lo dejas, amigo o enemigo.
Esta es la mutación:
Hexagrama 7, El Ejército |
Hexagrama 29, El Agua, El Abismo. |
Cómo funciona esta mutación en una dimensión comunitaria, cuando General y Príncipe del hexagrama 7 son distintas personas.
Supongamos a un político o a un padre o madre de familia o un funcionario que ha llegado a un puesto ejecutivo -de toma de decisiones- y tiene esta naturaleza blanda y está rodeado de blandos porque no tolera otras opiniones o no las necesita para obedecer al segundo puesto, y manifiesta todos los síntomas que enunciamos en el párrafo anterior. Está respondiendo a la presión de otra persona o personas que no son visibles para los demás. Los intereses de un grupo de presión que lo ha encumbrado porque es obediente entre obedientes; un familiar, un amigo o un terapeuta que lo presiona para que se ponga firme y sea ejecutivo, un ejecutivo de rango superior que lo usa de pantalla porque sabe que no renunciará al puesto, cualquier otra condición que podamos conocer en nuestra vida diaria sobre este tipo de personas que nos rodean.
Veamos ahora el prototipo de la segunda línea, el General. Este es el dictamen de la segunda línea en la versión de R. Wilhelm:
¡En medio del ejército!
¡Ventura! ¡Ninguna falla!
El rey confiere un triple galardón.
En la dimensión personal, la de un individuo consigo mismo. Supongamos que este individuo ejecuta sus decisiones personales, las que atañen a sí mismo, al estilo de la segunda línea del hexagrama 7.
Este sujeto también está en una guerra y siente pesadumbre por ello, también lleva una herida -porque esa es la condición de este hexagrama-, es yang en puesto yin, firme en un puesto blando, también cuenta sus amigos y sus enemigos. También moviliza sus recursos; pero -a diferencia de la quinta línea-, estos recursos son personales, interiores. Distingue sus enemigos interiores, los ha reconocido, conoce sus debilidades y conoce su herida. También conoce a sus amigos interiores, sus fortalezas. Al conocer sus debilidades trabaja con ellas, las ejercita, las convierte en fortalezas.
Con el tiempo deja de temer, aumenta su auto confianza y su autoestima, ve lo mucho que ha logrado fortaleciendo su interior. Entonces llega al umbral donde yang se hace yin y muta al hexagrama dos, Lo Receptivo. Ya no está en guerra, ahora acepta ser guiado por Lo Creativo.
Esta es la mutación:
Hexagrama 7, El Ejercito |
Hexagrama 2, Lo Receptivo |
Esta segunda línea, la del hexagrama 7, es una línea que me estremece de admiración. Ese es el triple galardón que todo rey blando confiere a su General bien-amado. Porque se lo merece; este General interior a afirmado la integridad del príncipe blando en el 5º puesto, ahora es por dentro como es por fuera; entregado, dócil a Lo Creativo. Los temores ya no están, la herida cerró. No es que se haya olvidado, porque se recuerda todo, es que ya no duele. Se ha llegado a la comprensión del mundo y se lo encuentra perfecto tal y como es. No hay culpas, lo que hay es malos entendidos.
Si aún no se sabe esto, hay trabajo que hacer por delante.
Y cómo es que funciona esta mutación en una dimensión comunitaria, cuando General y Príncipe son distintas personas.
El Príncipe blando deja hacer al General en medio del ejército porque confía en él; por su parte el General firme conoce su puesto y no presiona al Príncipe blando para que sea lo que no es.
Este Príncipe blando no gusta de la guerra, detesta la guerra, detesta el sufrimiento que la guerra trae a su pueblo. El ejército solo es defensivo, el General se ocupa de que la gente sepa lo que tiene que hacer si es atacada, cómo usar las armas para la defensa, cómo proteger a los niños, las mujeres y los ancianos, cómo atender a los heridos, cómo ocuparse de los muertos. Nadie es abandonado a su propia suerte ni se emprende una guerra por capricho, afán de rapiña o engrandecimiento personal.
La guerra es el último recurso y sólo en caso de ataque. La guerra es defensiva.
Si transpolan esta actitud a cualquier ámbito comunitario -familia, empresa, ciudad, país- bajo condiciones abrumadoras como son las de una guerra: desastres naturales, defaults económicos y quiebra de empresas, pérdida de empleo, divorcio, pobreza estructural, muerte prematura de un padre o madre, y cualquier otro desastre comunitario que hayan tenido que soportar, esta actitud del General que está en medio de las tropas en el segundo puesto haciendo el trabajo que el Príncipe blando del quinto puesto le ha encomendado, es una bendición para esa comunidad. Es un general bien-amado y el Príncipe le otorga un triple galardón.
En ese sentido, cualquier sistema político que tenga este objetivo y se movilice para lograrlo con éxito está señalado por la mutación de la segunda línea de este hexagrama.
La quinta línea al mutar nos muestra el mismo sistema político descompuesto, invertido. El General, el gobernante de la segunda línea, en su gestión, tiene desmesuradas exigencias para con el pueblo. No mide la presión a la que lo está sometiendo y es de temer un estallido social o una guerra civil entre facciones opuestas.
Una guerra es una cosa muy seria; es pesadumbre, es herida. Es necesario y urgente que el General se ocupe de convertir la masa amorfa, herida emocional y materialmente, en unidades funcionales para que se mantenga la integridad del individuo, sea una persona o sea una comunidad; para que no se disocie en identidades múltiples y disfuncionales que compitan ferozmente unas con las otras. Ese es el trabajo que el Príncipe del quinto puesto a encomendado al General del segundo puesto y él sabe cómo hacerlo.
Comentarios
Te pongo antes en contexto: llevo varios días muy revuelta porque recién abandoné mi trabajo para ir en busca de uno que acuerde con mi interior (vocacional). Esto me llevó a organizar de nuevo la economía y estoy en proceso de cambio de hogar, como ando en época de transición esto afecta también a mi plano emocional. En relación a mi pareja, al que más bien lo siento como un compañero en el camino (más acorde al hex. 54 lo siento como alguien con quien comprometerse y aprender de igual a igual) últimamente con él también tuve los ánimos revueltos…
Mi pregunta fue, ¿qué es lo que me mantiene tan preocupada en mi interior? Es una inquietud muy molesta, como una pulga saltarina que escapa al análisis por partes de todos estos cambios... Y es algo que me pesa mucho y me erosiona, me cansa al andar.
La respuesta fue el hexagrama 7 mutando (2.4.5) al hexagrama 45.
Mi lectura: Entendí el ejército como herida sólo cuando leí tu entrada, por evidente que parezca! Lo que me mantiene tan preocupa quizás es una herida que se concreta en que me siento realmente distinta a los demás, me da la sensación que tengo que decir/hacer en el mundo de afuera sólo hasta un punto para que las cosas no se desmoronen. La reunión del hex 45 es un lugar que llego, un oasis, cuando he librado la batalla de poner de acuerdo en retirada (línea 4) al general y al príncipe. Al final no hubo guerra manifiesta, hubo encuentro, pero siento que no es buen camino, una buena forma de llegar al 45, mediante el ejército. Es un desgaste que me tiene atrapada porque no lo comprendo. Alguna otra visión que me abra otra puerta? Quizás preguntar desde otro ángulo de nuevo? A veces me paso de preguntona y acabo aún más cansada, pues todo importa y luego todo es levedad… Voy saturada, supongo.
Gracias de nuevo por este espacio libre de opinión, de entrada me sirvió mucho escribirte. Espero que no te resulte muy tedioso, o muy largo.
Un abrazo grande.
Hay otras entradas para este hexagrama, lee a todas. Busca en la barra superior en Hex. 1 al 30.
Un abrazo
Diego.
Esas son las cuestiones que se juegan acá entre la segunda y quinta. Uno asocia todo esto a su propia situación, es lo que tienes que hacer. Yo no tengo idea de eso ni quiero tenerla porque no es mi vida.
Un saludo.
Este libro no está hecho para eso, ninguna mancia sirve para predecir el futuro. No porque no lo haga sino porque no hay manera de leerlo.
Piensa en otros usos posible para esto y te beneficiará.
Cariños, felices fiestas para ti!
No es algo tan simple como que uno cambie lo interno, estamos hablando de una profesión, de un actuar en el mundo.
Lo que necesitas es darte cuenta de la acción correcta en estas circunstancias que vivimos. Hacer una lectura de la situación externa, del ámbito donde te desenvuelves.