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Hexagrama 56, para su sexta línea.



Fuego quemando la alta Montaña
El Andariego

Sea como sea que abordemos los textos oraculares de los hexagramas; lo hagamos por el dictamen, la imagen, la secuencia o una de sus seis líneas, siempre ese abordaje nos agregará algo que no habíamos visto antes.

Va para cuarenta años que uso este libro y esto que escribo ahora lo acabo de ver. No porque no lo haya sentido como verdadero antes, sino porque vengo de escribir sobre La Verdad Interior, alguien hizo una pregunta allí y eso me ha llevado a ver lo que no veía en esta línea.

Cuando uno escribe y no es algo que constituya su profesión ni su trabajo ni recibe retribución monetaria al hacerlo ni tiene una meta en mente, la cosa es una necesidad interior. Y la ventaja de escribir como escribo es que no estoy vendiendo ni comprando, es decir, no estoy adoctrinando.
Escribo lo que veo hasta donde lo veo en este momento.

Esta línea, 56.6, tiene un comentario descalificador por parte de Wilhelm. Emite un juicio de valor al comentarla. Siempre me pareció una imprudencia por parte de Wilhelm introducir sus juicios de valor culturales al comentar este libro. Este es un caso.

Todas las líneas de un hexagrama tienen el aroma del hexagrama. Las seis líneas del 56 hablan del andariego en seis posiciones distintas. La sexta línea es la del sabio, la del asesor del príncipe que está en la quinta línea. La sexta es la que tiene experiencia acumulada, la que viene viviendo como andariego mucho tiempo. Conoce muy bien la naturaleza del andariego y comprende a los demás andariegos.

Un andariego no es alguien al que le guste la aventura por la aventura, por el disfrute del cuerpo o la sensación de libertad que le produce, eso más bien está en el hexagrama 29, El Agua. El que disfruta del riesgo.
Un andariego no puede parar si hay algo que lo llama más adelante. Mientras hay combustible, algo que conocer y comprender, un mensaje que llevar consigo, avanzar haciendo consciencia y siendo consciencia en el mundo, en la comunidad.

El Andariego

El Andariego tiene a Montaña abajo; no hay inquietud en el mundo del pensamiento, hay un lento acumular de experiencias que reflexiona mientras avanza afuera, en el mundo, con Li, fuego, conciencia, comunidad, adherencia a los seres y los objetos.
Si hay aventura en el andariego es la aventura de la consciencia en el mundo. Vivir para hacer consciencia que se acumula en Montaña abajo. Vivir para comprender.

Como este signo, la rueda de fuego celta.

El Andariego es un hombre o una mujer que vive para esto. También es un hombre o una mujer que no se priva de vivir nada que llegue para ser vivido. Porque es viviendo que hace consciencia, siempre adherido a los seres que va conociendo en ese rodar hacia adelante del fuego, estar vivo en comunidad.
Pero no es un ser gregario, de clan, de familia. Lo que está adentro es Montaña, la quietud. Cuando hay que caminar, caminar. Cuando hay que detenerse, detenerse.
¿Qué es lo que le dice a Montaña, cuándo caminar y cuándo detenerse?. Algo que Montaña sabe desde su base, la primera línea. Simplemente lo sabe, y obedece. SE obedece.

Uno puede llegar a la condición de Andariego en algún momento de su vida, o haber nacido Andariego. Cuando llega a esa condición habiendo pasado por la Muchacha que se Casa y por La Abundancia, lo reconoce, se reconoce Andariego. Ya no puede vivir como viven los demás.

Puede ser que haga un largo camino como Andariego viviendo como viven los demás, que nadie se percate de su condición de Andariego aunque para él esté completamente asumido. Pero eso tiene un límite, la sexta línea del 56.

Entonces, sea que uno haya nacido con la naturaleza del Andariego, reniegue de esa naturaleza por el peso del condicionamiento cultural y la rencuentre más tarde en su vida o llegue a ella por el camino evolutivo lento del 54 y el 55, la sexta línea es el límite. El sabio Andariego de la sexta línea del 56 sabe lo que tendrá que hacer. Tendrá que quemar su nido y volar bajito haciendo el duelo en el hexagrama 62. No tiene opción.

Wilhelm traduce así esta sexta línea:
Al pájaro se le quema el nido: El andariego primero ríe, luego tendrá motivos de quejarse y llorar.
En su ligereza pierde la vaca. ¡Desventura!

Ritsema tiene dos textos oraculares para esta línea, supongo que es una línea que se ha discutido mucho, a) y b)
a) Un ave quemando su nido.
    Transitando Personas  previamente riendo, después gritando llorando.
    Perder el ganado, tender-hacia la versatilidad.
    Peligro.
b)Usar Transitar para situarse arriba.
   La rectitud de uno quemando por-cierto.
   Perder el ganado, tender-hacia la versatilidad.
   Consumar absolutamente-nada: tener oído por cierto.

En a) Peligro, en lugar de Desventura, ya de por sí está cambiando el tono de la línea. Pero que sea el ave la que queme su propio nido, en lugar de que "se le quema" como traduce Wilhelm, nos dice más. Es voluntario, una decisión meditada.
Pero la versión b) nos dice mucho más. Rescato en especial lo de tener oído porque es el oído interior el que le dice al Andariego que su vida de encierro en el clan -el nido- no da para más.

Al sujeto de 56.6 no le quedó otro remedio que quemar su nido, un andariego no puede vivir en un nido. Claro que le cuesta, siente alivio primero y luego llora, porque se había aquerenciado. Esa persona está sufriendo haciendo lo que hace.

El dilema de la tercera y cuarta líneas de La Verdad Interior siempre está, si te amo y me quedo me daña y si te amo y me voy, también me daña.
Entonces te amo, pero igual me voy; o me quedo y sigo sufriendo en esta vida gregaria de clan que no me permite seguir avanzando.
No se puede elegir sin sufrir, porque ambos son verdad.

Todo esto no es culpa del otro ni del Andariego, es que uno tiene oído y no puede negarse a sí mismo igual que el otro que sigue siendo un ser gregario de clan no puede negarse a sí mismo.
Así es como uno discute los asuntos penales para detener las ejecuciones como muestra la imagen del hexagrama 61, La Verdad Interior.

No hay delito y, por tanto, no hay juicio ni hay culpables y nadie ejecuta a su vecino.
Es nuestra naturaleza dual, tan verdadera una como la otra.




Pego acá el artículo de wikipedia para gregario, ayuda a entender la naturaleza dual de los humanos:    https://es.wikipedia.org/wiki/Gregario y este del DLE: http://dle.rae.es/?id=JWNFLFU

Comentarios

Flor de fuego ha dicho que…
Muy acertada tu lectura, por lo menos desde mi experiencia. Una situación verdaderamente trágica y difícil de sobrellevar. Situación paradójica si las hay, como bien situas.
"Un ave quemando su nido. Transitando Personas previamente riendo, después gritando llorando.
Perder el ganado, tender-hacia la versatilidad. Peligro." Peligro... se entiende la advertencia después de tamaña desventura... porque, acaso no lo es?
Se me ocurre otra interpretación a la que das y con la cual acuerdo:
"Consumar absolutamente-nada: tener oído por cierto." En una situación asi... tal vez sólo quede, por el tiempo que sea necesario hasta que las condiciones cambien, aguzar el oído interno para poder guiarse y reencontrar el camino... andariego... que nos llama a no sabemos donde. Y mientras tanto, consumar absolutamente-nada. Porque estamos de duelo luego de haber quemado el nido, que en realidad se nos quemó. Porque si fue así, no fue una decisión voluntaria, yoica, fue una verdad que tuvimos que admitir con el corazón en las manos.

No es fácil ser andariego... menos cuando uno se reconoció como tal de grande...

Gracias por la entrada. Beso grande

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