Esa mujer que puede ser cualquier cosa, lo que yo quiera.
Yin es recurso, riqueza, algo valioso que uno puede poseer. Como es el tiempo del 44, eso es algo muy valioso y poderoso, tanto que no puede ser apropiado por nadie. Porque nadie la puede retener mucho tiempo, no se deja poseer. Un recurso que te permite obtener lo que deseas, un medio para lograr un fin. Una moneda de cambio.
En el I Ching se usan analogías para nombrar el valor de yin. Como peces -la riqueza del pescador-, cerdos -la riqueza del campesino-, conchas caurí -la moneda de intercambio en las ciudades y el comercio.
En este hexagrama se agrega un fruto maduro en el quinto puesto y su madurez tampoco es suya, la puede disfrutar en ese momento, pero no se puede apropiar de lo que logró su dulzura y madurez para materializarlo. Porque maduró en la sombra del yin, con mucho cuidado, fuera de la vista y muy a su manera. Es único.
Esa quinta línea yang del 44 necesita esperar porque a ese fruto no lo produce esa línea. Lo recibe como caído del cielo, igual que el rey español de Quevedo recibe los 40 barcos cargados con la riqueza del trabajo esclavo en América.
Yin es recurso, riqueza, algo valioso que uno puede poseer. Como es el tiempo del 44, eso es algo muy valioso y poderoso, tanto que no puede ser apropiado por nadie. Porque nadie la puede retener mucho tiempo, no se deja poseer. Un recurso que te permite obtener lo que deseas, un medio para lograr un fin. Una moneda de cambio.
En el I Ching se usan analogías para nombrar el valor de yin. Como peces -la riqueza del pescador-, cerdos -la riqueza del campesino-, conchas caurí -la moneda de intercambio en las ciudades y el comercio.
En este hexagrama se agrega un fruto maduro en el quinto puesto y su madurez tampoco es suya, la puede disfrutar en ese momento, pero no se puede apropiar de lo que logró su dulzura y madurez para materializarlo. Porque maduró en la sombra del yin, con mucho cuidado, fuera de la vista y muy a su manera. Es único.
Esa quinta línea yang del 44 necesita esperar porque a ese fruto no lo produce esa línea. Lo recibe como caído del cielo, igual que el rey español de Quevedo recibe los 40 barcos cargados con la riqueza del trabajo esclavo en América.
Al igual que un padre necesita esperar a que la madre produzca a su hijo. Si quiere ser padre protegerá a la madre que es proteger a su hijo. De ninguna manera el yang puede producir algo sin el yin y tiene que esperar a que madure. Eso no se compra con dinero, no compras un vientre, no compras un hijo, no compras brazos y espaldas fuertes, no compras genialidad. Uno no es el propietario de ese caldero, sólo es un invitado. Sólo compras los frutos de todo eso.
Si intentas comprar lo que no se puede comprar recibes algo que no es tu mujer y no es tu hijo. Te desconocen. Lo puedes disfrutar compartiendo con ellos el banquete del El Caldero, pero no te lo puedes apropiar. Uno no es el que hace el gol, lo hace el que está jugando. Y si quieres disfrutar del gol hace falta cuidar al jugador de igual manera hace falta cuidar a la madre, a los brazos y espaldas fuertes, al genio, al suelo fértil si quieres comida y al bosque si quieres aire limpio y lluvia.
Todo eso está diciendo el dictamen de la quinta línea en el contexto del hexagrama 44 y en una síntesis magistral. Pueden buscar sus libros para encontrarla.
La metáfora de 44.5 nos dice que la riqueza del yin y el yang unidos para la producción es el fruto dulce y maduro de una cultura. Algo como el I Ching, algo como Internet. No sucede de un día para el otro, no se puede comprar. Como cuando yo compro una PC sabiendo muy bien que yo no la hice, que la tengo pero no la hice, que es el producto del ingenio y el trabajo de miles de desconocidos.
El fruto necesita tiempo de maduración en el yin, en lo receptivo, en la morada terrestre, en la materia, en la mujer, en la humanidad como un todo histórico en la Tierra. La mujer es el recipiente donde madura el fruto, el hijo.
En estas ideas del hexagrama 44 hay mucho para pensar, mucho más de lo que se puede decir en un artículo. Tal vez la acumulación de artículos ayude, pero siempre habrá algo más que decir de este hexagrama. Como de los otros 63.
Bien, la mutación de la quinta línea del 44 lleva a El Caldero, el hexagrama 50; estás invitado a un festín, a un ágape, a compartir la comida de una cultura refinada. Te la sirven en platos y la traen a la mesa en calderos, pero cocinar esa cultura no se puede comprar. La tienes o no la tienes y la única manera de que sea tuya es cocinar largamente en tu propio caldero.
¿Cuál es el medio más valorado que te permite lograr lo que deseas, cualquier cosa que eso sea según la creencia de nuestra cultura, en lo que la gran mayoría pone su fe y lo que más desea?
El dinero.
Estuve estudiando el vínculo que tenemos con el dinero en la cultura occidental y cristiana. Ese vínculo no ha cambiado, sigue igual que en el verso satírico de Quevedo.
Para entrar en este verso de Quevedo hay que situarse en la corte española del siglo XVII, el Siglo de Oro. En esos momentos en que todos en Madrid están a la espera de la llegada a Cádiz de los cuarenta barcos cargados que están viniendo desde América. Porque si los barcos no llegan, nadie cobra en España. Y, porque a esa corona nada le alcanza, tampoco cobran en Génova los banqueros del rey. En España y en toda Europa no se genera esta riqueza, pero sí que unos la consumen y otros la acumulan. Un río de dinero cruzando los mares durante 500 años y no les alcanza.
Los cuarenta barcos con su carga son propiedad del rey español y, debido a que es Su Graciosa Majestad, algo será también para sus parientes y amigos fieles. Es decir, para su corte. Y, debido a que es el Rey Católico, algo también será para la Santa Inquisición, las iglesias y monasterios y la eterna guerra de religión contra los enemigos de la Iglesia de Roma.
Nunca hay suficiente dinero cuando lo quieres para oír lo que quieres oír y que te haga lo que quieres que te haga todos los días de tu vida, porque a eso hay que sostenerlo con más dinero todos los días también.
Por eso la primera línea advierte que es un cerdo (yin-riqueza material) peligroso y hay que maniatarlo para que no haga destrozos. Es decir, que hay que mantener la austeridad de una cultura yang. Lo mismo que piensa Quevedo, un caballero de la Orden de Santiago, aunque en sus ratos libres se dedique a escribir
Esta es la cuestión sobre la que se reflexiona en el 44, sobre la decadencia del yang.
El hexagrama 44 es el comienzo de la declinación de la energía yang y un buen ejemplo es esta época, el siglo XVII en España, el XVIII en Francia, el XIX en Inglaterra, el XX en Estados Unidos.
Al yang le hace mal la riqueza que cruza el mar, deja de crear, deja de producir, se detiene, entra en decadencia. Comienza a mirar a su alrededor para ver dónde encontrar más dinero para sostener lo que no es pero quiere ser con la riqueza material.
Dónde encuentra creativos que le resuelvan su falta de creatividad; científicos, técnicos, jugadores de fútbol, patentes, todo lo que agrada a sus sentidos y a su ego que encuentra en el mundo se lo lleva, lo acumula y le hacen creer que es lo que no es. También atrae todo tipo de parásitos que le dicen lo que quiere oír con alabanzas. Cosa de nuevo rico, que hace como la urraca.
No es casual que al 44 siga el 45, La Reunión, la Acumulación.
Es de esperar que la cultura china pueda resistir el embate de la declinación del yang y no se convierta en el nuevo Nuevo Rico del siglo XXI en el hexagrama 44. Habrá que ver si esta sabiduría que está en sus raíces mantiene vivas esas raíces. La fortaleza de sus raíces está por verse.
Aunque nos parezca larga esta época que vivimos hace 500 años, es poco en comparación con una cultura como la que muestra el I Ching. La nuestra es una cultura de nuevos ricos que ponen su fe en la riqueza material, en lo externo. Suponemos que si oímos lo que queremos oír y nos hacen lo que queremos que nos hagan, por obra y gracia divina de la riqueza, nos convertiremos en eso que oímos y en eso que nos hacen.
La calidad del tiempo del hexagrama 44, El ir al encuentro, es esa que se vive a la llegada de los barcos cargados con el botín desde América. En Madrid y en toda Europa ese momento se espera con ansia. Está al llegar la Mujer Poderosa, que para los españoles y europeos es Don Dinero.
Es muy revelador comparar lo que manifiesta el verso de Quevedo y lo que manifiestan los textos del Hexagrama 44 al respecto de esto. Comenzando con que para Europa el dinero es yang y para el I Ching el dinero es yin.
Luego de leer interpretando el verso de Quevedo, ¿se puede entender que la mente de un aristócrata guerrero chino fundador de dinastía mil años antes de Cristo, buscara en sus experiencias una analogía para referirse a este hexagrama y escribir sus dictámenes, y decidiera usar la analogía de la prostituta?, ¿o no se puede entender?
Te hace lo que quieres que te haga y te dice lo que quieres oír, pero eso no es tuyo. Cualquiera que pague lo puede obtener y seguirá sin ser suyo.
El verso de Quevedo es satírico y él era un experto en esto de decir sin decir para que no le apliquen el garrote vil o se lo lleve la Inquisición a un calabozo y se olvide de él. Él dice esto también. Que el dinero en exceso es una prostituta, que te dice lo que quieres oír y te hace lo que quieres que te haga. Que Blanca de Castilla es una excepción en ese linaje, el del rey español. Que el Duque de Alba es un ganadero venido a más por el dinero.
Dice de todo, se despacha a gusto.
En tiempos de tiranía hay que mantener la luz velada y el que pueda ver en esa penumbra, que vea. A eso me refiero con aprender a leer en estos tiempos que estamos viviendo hace 500 años. Porque hace 500 años que llegó la imprenta a Europa desde China y todavía no aprendemos a leer.
Pego abajo el enlace al verso de Quevedo, él era un genio de la palabra. Él nos dejó sus versos y lo imagino igual que al rey Wen, escribiendo en una habitación oscura, fría y desangelada a la luz de una candela.
Como dice la segunda línea del hexagrama 36; de alguna manera, a pesar de su herida, él mantenía viva la fuente de creatividad que le permitió materializar sus versos en paz.
Una brillante luz en la oscuridad, tan brillante que todavía ilumina.
http://www.biblioteca.org.ar/libros/123.pdf
NOTAS
Un hexagrama tiene distintas dimensiones de lectura, porque la "dama poderosa que un hombre no se puede apropiar" del 44 hace referencia a una línea yin que aparece abajo y debilita la base de Chien. Lo que lo debilita es el deseo de posesión, es el tener por encima del ser.
El que escribe los textos avisa a los demás hombres y, en estos tiempos en que nosotras también aprendimos a leer, también a las mujeres; que es imposible poseer aquello que deseas por tu propia debilidad o necesidad.
No hay amor acá en el 44, hay deseo de posesión y temor a la pérdida, al abandono, a la pobreza. El deseo de posesión se puede confundir con el amor, porque es muy poderoso. Se afianza en nuestros miedos más antiguos.
Es el fin del verano y ya se anuncia el invierno por venir. Es pasado el mediodía y eso ya anuncia la noche por venir. Un ciclo natural.
Cuando extrapolamos un ciclo natural a las relaciones humanas que no son naturales porque son culturales, aparecen todo tipo de malentendidos. Porque acá es es el miedo al invierno sin comida y a la noche solitaria lo que lleva a Chien al deseo de propiedad. El 44 es la raíz de todas las leyes que protegen la propiedad privada en el mundo.
Para la cultura patriarcal aristocrática que escribe estos textos del I Ching 3000 años atrás, la mujer propia es una propiedad privada más que no se comparte y se encierra en una caja de cristal, como se puede ver en la segunda línea. Que se puede mirar pero no se toca, que está en una vitrina acristalada con las joyas de la corona y adorna al que la posee. Una posesión muy preciada, pero posesión al fin.
Se eligieron las analogías para los hexagramas hace 3000 años, no es de extrañar que se nos dificulte su comprensión. Pero siguen siendo muy penetrantes de lo que está en la raíz de nuestras convenciones sociales y morales, nuestras leyes y nuestras miserias más ocultas.
Actualizado 21-03-2019
Actualizado 20-02-2020
Actualizado 04-03-2020
Si intentas comprar lo que no se puede comprar recibes algo que no es tu mujer y no es tu hijo. Te desconocen. Lo puedes disfrutar compartiendo con ellos el banquete del El Caldero, pero no te lo puedes apropiar. Uno no es el que hace el gol, lo hace el que está jugando. Y si quieres disfrutar del gol hace falta cuidar al jugador de igual manera hace falta cuidar a la madre, a los brazos y espaldas fuertes, al genio, al suelo fértil si quieres comida y al bosque si quieres aire limpio y lluvia.
Todo eso está diciendo el dictamen de la quinta línea en el contexto del hexagrama 44 y en una síntesis magistral. Pueden buscar sus libros para encontrarla.
La metáfora de 44.5 nos dice que la riqueza del yin y el yang unidos para la producción es el fruto dulce y maduro de una cultura. Algo como el I Ching, algo como Internet. No sucede de un día para el otro, no se puede comprar. Como cuando yo compro una PC sabiendo muy bien que yo no la hice, que la tengo pero no la hice, que es el producto del ingenio y el trabajo de miles de desconocidos.
El fruto necesita tiempo de maduración en el yin, en lo receptivo, en la morada terrestre, en la materia, en la mujer, en la humanidad como un todo histórico en la Tierra. La mujer es el recipiente donde madura el fruto, el hijo.
En estas ideas del hexagrama 44 hay mucho para pensar, mucho más de lo que se puede decir en un artículo. Tal vez la acumulación de artículos ayude, pero siempre habrá algo más que decir de este hexagrama. Como de los otros 63.
Bien, la mutación de la quinta línea del 44 lleva a El Caldero, el hexagrama 50; estás invitado a un festín, a un ágape, a compartir la comida de una cultura refinada. Te la sirven en platos y la traen a la mesa en calderos, pero cocinar esa cultura no se puede comprar. La tienes o no la tienes y la única manera de que sea tuya es cocinar largamente en tu propio caldero.
¿Cuál es el medio más valorado que te permite lograr lo que deseas, cualquier cosa que eso sea según la creencia de nuestra cultura, en lo que la gran mayoría pone su fe y lo que más desea?
El dinero.
Estuve estudiando el vínculo que tenemos con el dinero en la cultura occidental y cristiana. Ese vínculo no ha cambiado, sigue igual que en el verso satírico de Quevedo.
Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, señor de Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago Él sabe de lo que habla, es uno de ellos. Uno que cayó en cuenta, un 39. |
Los cuarenta barcos con su carga son propiedad del rey español y, debido a que es Su Graciosa Majestad, algo será también para sus parientes y amigos fieles. Es decir, para su corte. Y, debido a que es el Rey Católico, algo también será para la Santa Inquisición, las iglesias y monasterios y la eterna guerra de religión contra los enemigos de la Iglesia de Roma.
Nunca hay suficiente dinero cuando lo quieres para oír lo que quieres oír y que te haga lo que quieres que te haga todos los días de tu vida, porque a eso hay que sostenerlo con más dinero todos los días también.
Por eso la primera línea advierte que es un cerdo (yin-riqueza material) peligroso y hay que maniatarlo para que no haga destrozos. Es decir, que hay que mantener la austeridad de una cultura yang. Lo mismo que piensa Quevedo, un caballero de la Orden de Santiago, aunque en sus ratos libres se dedique a escribir
Esta es la cuestión sobre la que se reflexiona en el 44, sobre la decadencia del yang.
El hexagrama 44 es el comienzo de la declinación de la energía yang y un buen ejemplo es esta época, el siglo XVII en España, el XVIII en Francia, el XIX en Inglaterra, el XX en Estados Unidos.
Al yang le hace mal la riqueza que cruza el mar, deja de crear, deja de producir, se detiene, entra en decadencia. Comienza a mirar a su alrededor para ver dónde encontrar más dinero para sostener lo que no es pero quiere ser con la riqueza material.
Dónde encuentra creativos que le resuelvan su falta de creatividad; científicos, técnicos, jugadores de fútbol, patentes, todo lo que agrada a sus sentidos y a su ego que encuentra en el mundo se lo lleva, lo acumula y le hacen creer que es lo que no es. También atrae todo tipo de parásitos que le dicen lo que quiere oír con alabanzas. Cosa de nuevo rico, que hace como la urraca.
No es casual que al 44 siga el 45, La Reunión, la Acumulación.
Hexagrama 44, El ir al encuentro |
Hexagrama 45, La Acumulación https://abatesoderini.blogspot.com/2017/01/hexagrama-45-tsui-la-reunion-sobre-las.html |
Hexagrama 45, el nido de la urraca |
Es de esperar que la cultura china pueda resistir el embate de la declinación del yang y no se convierta en el nuevo Nuevo Rico del siglo XXI en el hexagrama 44. Habrá que ver si esta sabiduría que está en sus raíces mantiene vivas esas raíces. La fortaleza de sus raíces está por verse.
Aunque nos parezca larga esta época que vivimos hace 500 años, es poco en comparación con una cultura como la que muestra el I Ching. La nuestra es una cultura de nuevos ricos que ponen su fe en la riqueza material, en lo externo. Suponemos que si oímos lo que queremos oír y nos hacen lo que queremos que nos hagan, por obra y gracia divina de la riqueza, nos convertiremos en eso que oímos y en eso que nos hacen.
La calidad del tiempo del hexagrama 44, El ir al encuentro, es esa que se vive a la llegada de los barcos cargados con el botín desde América. En Madrid y en toda Europa ese momento se espera con ansia. Está al llegar la Mujer Poderosa, que para los españoles y europeos es Don Dinero.
Es muy revelador comparar lo que manifiesta el verso de Quevedo y lo que manifiestan los textos del Hexagrama 44 al respecto de esto. Comenzando con que para Europa el dinero es yang y para el I Ching el dinero es yin.
Luego de leer interpretando el verso de Quevedo, ¿se puede entender que la mente de un aristócrata guerrero chino fundador de dinastía mil años antes de Cristo, buscara en sus experiencias una analogía para referirse a este hexagrama y escribir sus dictámenes, y decidiera usar la analogía de la prostituta?, ¿o no se puede entender?
Te hace lo que quieres que te haga y te dice lo que quieres oír, pero eso no es tuyo. Cualquiera que pague lo puede obtener y seguirá sin ser suyo.
El verso de Quevedo es satírico y él era un experto en esto de decir sin decir para que no le apliquen el garrote vil o se lo lleve la Inquisición a un calabozo y se olvide de él. Él dice esto también. Que el dinero en exceso es una prostituta, que te dice lo que quieres oír y te hace lo que quieres que te haga. Que Blanca de Castilla es una excepción en ese linaje, el del rey español. Que el Duque de Alba es un ganadero venido a más por el dinero.
Dice de todo, se despacha a gusto.
En tiempos de tiranía hay que mantener la luz velada y el que pueda ver en esa penumbra, que vea. A eso me refiero con aprender a leer en estos tiempos que estamos viviendo hace 500 años. Porque hace 500 años que llegó la imprenta a Europa desde China y todavía no aprendemos a leer.
Pego abajo el enlace al verso de Quevedo, él era un genio de la palabra. Él nos dejó sus versos y lo imagino igual que al rey Wen, escribiendo en una habitación oscura, fría y desangelada a la luz de una candela.
Como dice la segunda línea del hexagrama 36; de alguna manera, a pesar de su herida, él mantenía viva la fuente de creatividad que le permitió materializar sus versos en paz.
Una brillante luz en la oscuridad, tan brillante que todavía ilumina.
http://www.biblioteca.org.ar/libros/123.pdf
NOTAS
Un hexagrama tiene distintas dimensiones de lectura, porque la "dama poderosa que un hombre no se puede apropiar" del 44 hace referencia a una línea yin que aparece abajo y debilita la base de Chien. Lo que lo debilita es el deseo de posesión, es el tener por encima del ser.
El que escribe los textos avisa a los demás hombres y, en estos tiempos en que nosotras también aprendimos a leer, también a las mujeres; que es imposible poseer aquello que deseas por tu propia debilidad o necesidad.
No hay amor acá en el 44, hay deseo de posesión y temor a la pérdida, al abandono, a la pobreza. El deseo de posesión se puede confundir con el amor, porque es muy poderoso. Se afianza en nuestros miedos más antiguos.
Es el fin del verano y ya se anuncia el invierno por venir. Es pasado el mediodía y eso ya anuncia la noche por venir. Un ciclo natural.
Cuando extrapolamos un ciclo natural a las relaciones humanas que no son naturales porque son culturales, aparecen todo tipo de malentendidos. Porque acá es es el miedo al invierno sin comida y a la noche solitaria lo que lleva a Chien al deseo de propiedad. El 44 es la raíz de todas las leyes que protegen la propiedad privada en el mundo.
Para la cultura patriarcal aristocrática que escribe estos textos del I Ching 3000 años atrás, la mujer propia es una propiedad privada más que no se comparte y se encierra en una caja de cristal, como se puede ver en la segunda línea. Que se puede mirar pero no se toca, que está en una vitrina acristalada con las joyas de la corona y adorna al que la posee. Una posesión muy preciada, pero posesión al fin.
Se eligieron las analogías para los hexagramas hace 3000 años, no es de extrañar que se nos dificulte su comprensión. Pero siguen siendo muy penetrantes de lo que está en la raíz de nuestras convenciones sociales y morales, nuestras leyes y nuestras miserias más ocultas.
Actualizado 21-03-2019
Actualizado 20-02-2020
Actualizado 04-03-2020
Comentarios
Toda la energía del 44 está puesta en resistir la decadencia de la energía yang y no sabe bien cómo tratar con el yin que aparece abajo. Esa aparición en la primera línea no es bienvenida. Sin embargo, es un recurso que yang necesita para crear, cuando no lo tiene o se le acaba queda incapacitado para crear, como le sucede al cuarto puesto.
Que sea muy suya ¿significa que prefiere trabajar sola con sus propios recursos y no deber nada a nadie? Puede ser, sí. Igual el 44 es una tentación para el yang y tal vez por eso viene y va.
Qué puedo esperar YO, Ángela. Revisa eso.
Ángela puede esperar de esa persona 50.5 al 44. No es algo para rechazar, digo yo.
Con las debidas precauciones del 44, de que no se te suba a la cabeza. Esa línea del 50, la quinta, es un compartir, no es un matrimonio.Y lo que recibe esa línea es real, verdadero.
Se corresponde con el fruto maduro de la quinta del 44
Sí, para hablar de lo abstracto de un hexagrama se usan analogías. Si siempre uso la misma analogía se corre el peligro de que tomes la analogía y te pierdas el significado.
En la biblioteca, en el nido de la urraca, en el lago sobre la montaña se acumulan cosas que son el resultado del trabajo de las generaciones que pasaron, del tiempo pasado. En otra entrada hablo del dinero que se acumula en los bancos producto del trabajo y el ahorro de la población.
Se pueden usar otras analogías, las que te vengan a la cabeza según sea tu imaginación, tu memoria de lo vivido y tu manera de pensar el mundo.
Como pienso que lo acumulado en Europa estos últimos 500 años es un problema de falta de fe, avaricia y temor a la pobreza típico de nuevo rico, uso el nido de la urraca en esta entrada. Ves,en este caso, la forma en que pienso el mundo me hace elegir esta analogía.
Le consulté al I Ching lo siguiente: cuál es mi propósito en la vida?
Me respondió con el hexagrama 1.1 al 44.
Pude interpretar que hay una gran fuerza creativa en mi pero que aún permanece dormida y la mutación al 44 es lo que no termino de comprender. Me explica que no debo forzar aquello que está dormido, puesto que es una fuerza que aparece por si sola y no vale la pena intentar dominarla, o es una advertencia a no inducir una acción precipitada porque puede oscurecer aquello que en principio es tan luminoso?
Lo que más me sorprende de mi consulta es que no sólo responde a lo que pregunto de alguna manera, si no que me da una imagen, un estado de situación, un camino correcto.
Bueno, espero no molestarte con este pedido de ayuda. Agradezco mucho haberme encontrado con tu blog.
Rosario.