Hexagrama 23. Línea 2, quitarle el marco a la cama.

Acá llevo la intención de reivindicar esta línea.

El texto oracular de esta línea habla de que algo destruye el marco de la cama donde dormimos.

En general, todos los comentarios aluden a una situación en donde se ha perdido la tranquilidad.

Perder la tranquilidad, en la condición del hexagrama 23, es algo bueno. Porque si en esa condición dormimos tranquilos, es que somos inconscientes de la situación que nos rodea y, como se dice por acá, vivimos en una botella. Una botella oscura.

Todas líneas yin a excepción de la sexta, todas dormidas a excepción de la sexta que vigila.

Las líneas yin partidas son blandas, maleables, se dejan conducir sin protestar, están dormidas. Se puede decir que son sonámbulas o caminan como los zombies en las películas de zombies.

No es algo malo, per se, el dejarse conducir en otras condiciones, en otras líneas de otros hexagramas. Pero en la condición del hexagrama 23, el que vigila afuera está muy lejos, en la sexta.

Todos dormidos y confiados porque hay centinelas que velan su sueño. Han delegado en la quinta  línea yin toda la voluntad y creatividad que tenían. Que se ocupe el jefe, que se ocupe el presidente, que se ocupe el obispo, que se ocupe la autoridad. Una autoridad yin, oscura. A mí me resulta cómodo vivir dormido y sentarme en el umbral de mi casa a mirar pasar la vida. A quejarme, a cotillear y a encontrar chivos expiatorios de todo lo que se está desmoronando a mi alrededor.

Hexagrama 23, La Desintegración.
El invierno está a la vuelta de la esquina y todos dormidos.

La línea dos del trigrama Tierra abajo nos remite a la línea regente del hexagrama 2, Tierra, la Gran Madre. Es como si algo la mantuviera inquieta, recordemos que cuando 2.2 entra en mutación nos encontramos con el general del ejército del hexagrama 7. Y que este hexagrama 23 tiene gran abundancia de Tierra. El trigrama inferior, el nuclear inferior y el nuclear superior son Tierra. Y que la única línea yang en el sexto puesto se está yendo, porque las líneas entran por abajo y se van por arriba. Suben como en un ascensor.

La segunda línea es el lugar central del trigrama interior, en el 23 algo que hace ruido nos ha despertado y nos ponemos en guardia. La línea yin se hace yang. El corazón se acelera porque el trigrama inferior se convierte en Kan, Agua, el corazón y el oído. Coraje en la oscuridad.

Hay alguien entre los dormidos que ha despertado y no es cualquiera, es el general del ejército que duerme en su tienda, un seis en el segundo puesto.

Cuando esta línea del 23 se hace yang nos encontramos con el hexagrama 4, El Joven Necio. Un hexagrama que habla del aprender y del enseñar. La segunda y la sexta yang son los maestros, los que llevan una luz que ilumina esa tiniebla donde viven las líneas yin.

El que despertó tampoco es cualquiera en el hexagrama 4, es su regente de segunda línea. El que está en contacto directo con los dormidos. El que los instruye con amabilidad en su ignorancia -es capaz de tomar a las mujeres dice el texto-. Las mujeres para este texto son las líneas yin, las dormidas.

Es capaz de soportar a los necios con benevolencia. Harta paciencia tiene esta línea yang en el segundo puesto del hexagrama 4. Tiene paciencia sin dejar de ser yang, porque la paciencia es yang, la paciencia es fortaleza y determinación. Y el texto agrega que esta línea yang en el segundo puesto del hexagrama 4, es apta para administrar la casa. El administrador de la casa es el maestro de la segunda línea. Da que pensar eso de "administrador de la casa" si lo encontramos en un texto del I Ching.

Una idea que se me presenta ahora es que la sexta del 23, que tiene la luz espontánea porque es la superior del trigrama Montaña, está muy lejos del trigrama inferior. Su luz no llega.Y si alguien se tiene que hacer cargo de administrar la casa donde la luz del oráculo del I Ching no llega, esa es la línea central del trigrama inferior. Y que la que habla en el texto oracular de la segunda línea del 4 es la sexta línea, la luz espontánea del oráculo designando al que ya está capacitado en la segunda línea.

Pero hay más para seguir pensando, no ahora.

Hexagrama 4, la educación del necio.

Me alegra en demasía que esta línea se despierte en el hexagrama 23. Aún así, transpolar un libro como este, plagado de analogías de otra cultura y de 3000 años atrás, es algo muy difícil.

Es posible que la manera más segura de trabajar con él para nosotros, sea no forzar las analogías que están en sus textos y buscar otras que se correspondan sin forzar. No actuar en base a las lecturas si no se está seguro y poner más atención a las imágenes universales de sus símbolos.

Hablando de sus imágenes, encontré ahora una imagen del Maestro de sexta línea del hexagrama 4, La Educación del Joven Necio, en el sitio de una amiga. Es también la línea yang del sexto puesto del hexagrama 23, que está esperando para irse. Esperando a que alguien reaccione con coherencia allá abajo, en la Tierra. Sabe que luego se arrepentirá y volverá a esperar, porque "hay un fruto que todavía no se ha comido"

El de la sexta línea del 4 es el que dice que no hay que castigar atacando a los alumnos, que lo único que un maestro puede hacer es en defensa de sus abusos. Y que el mejor método cuando abusan preguntando lo que ya se les respondió y no entendieron, es hacerse oscuro, no responder con sentido. Con lo que el hexagrama 4 muta al hexagrama 7.

Porque si no lo entendió, es porque todavía no lo puede entender y nada puede hacer el Maestro con eso.

Es Fu Shi, el héroe cultural mítico chino que trajo a los hombres los 8 trigramas y les enseñó a usarlos, para facilitarles la comprensión del mundo y el lugar del hombre en él. Luego, de esa comprensión, surge el Taoísmo.

Algo como nuestro Prometeo, que nos trajo y enseñó a usar el fuego, cocer la arcilla y fundir los metales para herramientas y armas.

Interesante la diferencia entre estos dos héroes culturales.

Les presento a Fu Shi, el Maestro de la sexta línea del hexagrama 4, en versión del siglo XXI. Es un personaje de un juego, no me pregunten de cuál porque no lo sé.

 

Lo veo como algo que tiene la naturaleza del dragón del hexagrama 1 y ha realizado las mutaciones de las cinco líneas de abajo, pero no de la sexta. Que está esperando con su naturaleza de dragón en la sexta línea del 23.
Esperando porque no se quiere arrepentir luego, como dice la sexta del hexagrama 1 cuando muta.

Y, para establecer una comparación entre esta imagen de Fu Shi y las que han llegado desde la antigüedad china, les muestro esta otra. La comparación nos muestra el trabajo pesado que tenemos que hacer:

Esa tortuga es la tortuga oracular, un método para consultar que se usó hace miles de años. Tal vez anterior a los tallos de milenrama y, con seguridad, a las monedas. Marcado en la arena a sus pies está el Bagua o también Pakuá, los 8 trigramas en su orden circular del Cielo Posterior, porque los trae para ser usados acá. Tiene aspecto andrógino y los ojos y orejas grandes, algo que en China se asocia a los dioses y daimons.

Por la combinatoria de esos 8 trigramas de Fu Shi y sus significados se han desarrollado los 64 hexagramas y sus significados, los que usamos para consultar el oráculo del I Ching los que estamos en la segunda línea del hexagrama 4.

NOTA:

La mutación que estoy comentando en total tiene a tres hexagramas involucrados y funciona así:

Hexagrama 23, La desintegración de nuestra casa

mutando en el segundo puesto al Hexagrama 4, El joven necio

y mutando en la sexta línea al Hexagrama 7, El Ejército.

Como se puede ver, la sucesión de mutaciones de las líneas de abajo hacia arriba, primero la segunda y luego la sexta, narran una historia que se puede interpretar y encontrar los paralelos en nuestro mundo.