En el hexagrama 60 se reflexiona sobre las leyes; sus medidas, su aplicación y su ejercicio.
Cualquier tipo de leyes, marcos, límites, fronteras, espacios acotados, clasificaciones, juicios, cualquier cosa que posea límites.
En rigor, cualquier cosa que existe en el mundo ocupa un espacio que es su espacio de existencia, el que necesita para estar siendo y, por tanto, la restricción es algo universal.
En esta sexta línea se exagera la condición del hexagrama, por eso se dice que actuar así lleva al arrepentimiento. La línea tiene un eco de la sexta del hexagrama 1, el dragón soberbio que se arrepiente luego.
En la sexta es posible que con soberbia se intente imponer restricciones a otro o a uno mismo como demostración de autoridad o que se tenga pereza de revisar todo de nuevo.
La restricción no es una demostración de autoridad, es una necesidad de las circunstancias si las circunstancias lo merecen.
La restricción es objetiva, se atiene a las circunstancias, a lo que no puede cambiar. Es responsable, no es autoritaria. Es una aceptación de los límites porque se ha re-conocido y re-visado, no es una imposición externa.
Ur-Nammu sentado, otorgando un título de gobernador (ensi) a Ḫašḫamer en presencia del dios Sin o Sinai, la Luna. Luna es el trigrama Agua del I Ching, el superior del hexagrama 60- Luna sabe de la justa medida, ni se excede ni se queda corta. Ni se atrasa ni se adelanta. Hexagrama 60, Sobre la gobernansa y el buen gobierno. |
Hexagrama 60. 110010 |
En esta sexta línea se exagera la condición del hexagrama, por eso se dice que actuar así lleva al arrepentimiento. La línea tiene un eco de la sexta del hexagrama 1, el dragón soberbio que se arrepiente luego.
El sexto puesto es el del sabio y el sabio busca el justo medio.
El sexto puesto es un puesto par y corresponde a la Tierra que es generosa, el sabio es generoso por eso acá se concentra y medita en la justa medida.
El sexto puesto es un puesto par y corresponde a la Tierra que es generosa, el sabio es generoso por eso acá se concentra y medita en la justa medida.
En la sexta es posible que con soberbia se intente imponer restricciones a otro o a uno mismo como demostración de autoridad o que se tenga pereza de revisar todo de nuevo.
La justa medida es algo difícil de discernir en cada ocasión y solemos recurrir a las "tablas de la ley" que nos evitan el trabajoso discernimiento de encontrar la justa medida. La restricción amarga de la sexta linea no tiene futuro, lleva a la justa desobediencia, a la rebelión.
La restricción no es una demostración de autoridad, es una necesidad de las circunstancias si las circunstancias lo merecen.
La restricción es objetiva, se atiene a las circunstancias, a lo que no puede cambiar. Es responsable, no es autoritaria. Es una aceptación de los límites porque se ha re-conocido y re-visado, no es una imposición externa.
La restricción ha pasado por la consciencia, se ha revisado y se ha aceptado en la interioridad, por eso este hexagrama tiene a Lago abajo, porque hay conformidad interior.
Se puede constatar esto si se lee el dictamen de la primera línea. Allí se sabe desde el comienzo del hexagrama, su base y cimiento, qué es lo que está abierto y qué es lo que está cerrado, lo que se puede permitir a sí mismo o a los demás y lo que no.
Y sabe entonces que no se puede permitir restringir en demasía en la sexta línea a menos que la cosa sea de vida o muerte.
Y sabe entonces que no se puede permitir restringir en demasía en la sexta línea a menos que la cosa sea de vida o muerte.
Por caso, un régimen alimenticio extremo para combatir una enfermedad del hígado o atemperar la restricción que está destruyendo la naturaleza íntima de una persona.
Por eso el hexagrama en su dictamen general habla de restringir la restricción y ser muy cuidadoso con la medida, con la cantidad. Digamos que la cantidad debe ser la terapéutica y no la tóxica.
Por eso el hexagrama en su dictamen general habla de restringir la restricción y ser muy cuidadoso con la medida, con la cantidad. Digamos que la cantidad debe ser la terapéutica y no la tóxica.
En lo que respecta a las cuestiones de gobierno, de uno mismo o de los demás, el sabio se cuida mucho de imponer reglas imposibles de cumplir. Imposible por las circunstancias o imposible por el carácter.
Por el carácter es como ese viejo dicho de que no se debe pedir peras al olmo si es que se conoce que la naturaleza del olmo no produce peras. Con la salvedad de que tal vez y por nuestra ceguera, confundiendo al peral con un olmo, hacemos leña del peral.
Es evidente que hace falta autoconocimiento para el gobierno de sí mismo y conocimiento de los bueyes con los que se ara para el gobierno de los demás y que todo esto no se logra en un abrir y cerrar de ojos. El hexagrama 60 es muy avanzado, ya estamos llegando al final y a las mayores dificultades.
Dado el caso de que las circunstancias sean excesivamente restrictivas y haya que aplicarlas a todos, el sabio se las impone primero a sí mismo y luego a los demás. Predica con el ejemplo, ese es el significado del trigrama Agua superior y su línea central, la dulce restricción.
Así se logra la aceptación voluntaria de las restricciones.
Son las reglas básicas de la justa medida las que se discuten en este hexagrama y meditar en él masticando bien sus dictámenes es muy provechoso.
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Gracias, Marta!