El hexagrama 46 siempre me ha generado confianza porque es como haber encontrado el lugar de uno en el mundo, ese lugar donde uno puede crecer entre otros de la misma u otra especie pero con intereses en común. El escenario del H.46 es un árbol en el bosque, creciendo entre otros árboles que también crecen, cada uno a su manera. Lo que se traduce por analogía a un grupo humano unido circunstancialmente por un interés y proyecto en común.
Hexagrama 46, La Subida. Un árbol del bosque. |
El árbol de un grupo humano unido circunstancialmente por un interés en común no es igual al árbol del 47, encerrado entre paredes de edificios y calles o creciendo a duras penas en una maceta.
¿Porqué me refiero al H.47, si estoy escribiendo sobre el hexagrama 46? Porque el 47 tiene por escenario un árbol encerrado entre paredes o en una caja, aislado de los demás, que no sabe adónde irán a parar sus esfuerzos y aún así los realiza en solitario. Es la Secuencia del 46, cuando el bosque ha desaparecido, ya no hay compañía y la vocación se sigue sosteniendo con tenacidad.
Hexagrama 47, La Desazón, El Agotamiento. Un árbol en encierro solitario. |
Comprender la secuencia nos tranquiliza, porque la Secuencia nos hace ver que las dificultades, los éxitos, los finales y las derrotas son transitorias, que estamos en camino a otra cosa. Que la vida sigue, que hay mucho por vivir más adelante. Y que todo termina por ser anécdota, memoria.
Tal vez sea que lo estoy viendo desde mis 78 años, pero puedo afirmar que a mis 40 años la Secuencia también me tranquilizaba. Y por cierto que también nos ayuda a comprender los distintos escenarios que se van desarrollando, uno tras otro, cuando miramos este libro como un libro de ilustraciones.
El bosque es un ecosistema integral, nada sobra y nada falta. Hay multitud de bosques, submarinos y terrestres. Fríos, templados y cálidos; de clima seco, semiseco, húmedo y ultra húmedos. Bosques mixtos y bosques uniformes. Con todas sus combinaciones posibles, un bosque es la comunidad del Árbol. Como la sociedad humana lo es del Hombre.
El árbol es el análogo vegetal del ser humano, el ser vegetal más desarrollado de su reino. Vive y muere de pie, como vivo y espero morir yo y cualquier hombre que se respete a sí mismo.
Entonces, el 46 asegura que habrá un trato justo, un espacio y rol asignado entre iguales que se respetan a sí mismos. Si se respetan a sí mismos comprenderán el respeto entre iguales. Eso llevará a negociaciones que pueden llegar a ser duras, pero eso está por descontado. Así es en el bosque, cada árbol defiende su espacio con el mero hecho de ocuparlo en plenitud y se abre camino hacia arriba buscando la luz. Juntos hacen el bosque, todos son necesarios, pero cada uno es un individuo por derecho propio.
Si lo único que hace falta para que un árbol prospere en el bosque es que ocupe su propio espacio en plenitud, eso mismo necesitamos cada uno de nosotros para prosperar entre iguales. Ocupar el espacio propio en plenitud. De eso se trata el esfuerzo para La Subida del hexagrama 46. De ocuparse del propio rol y llenarlo en plenitud.
El 46 se vincula al 29 por mutación de la tercera y quinta líneas respectivas. Así, el uno lleva al otro y el otro lleva al uno.
En el 29, El Abismo, uno se afana y se repite, porque, para enseñar y aprender, es necesario ejercitar y el ejercicio es repetitivo. Entonces, la misma cosa aparece de distintas maneras sin dejar de ser la misma cosa. Se reitera y cambia infinitesimalmente, cada vez se hace más fácil y simple, cada vez es más natural y propio. Se crea un estilo de hacer que es completamente propio y original, que llega de la fuente de cada uno, del propio pozo de agua.
Hexagrama 29. El Agua, El Abismo, Lo Abisal. |
Hace falta coraje y confiar en el camino propio, porque las cosas se resuelven haciéndolas en el ahora con el 29. Por eso el 29 enseña con el ejemplo y repite para enseñar.
Con esta mutación, al 46 uno se lo gana, no se lo regalan, porque el espacio en el bosque está vacío para uno (línea tres), pero uno tiene que dar la talla (línea cinco). Para ganarse el lugar y dar la talla uno se ejercita en el 29.
Estudiar las líneas que se vinculan mutando en el par de hexagramas que se recibieron por respuesta es muy efectivo para entender. Porque no es que ahora, cuando preguntamos, estamos pasando por primera vez por esas líneas. Esas son líneas que están aprendiendo a hacer y que se refuerzan mutuamente.
La tercera del H.46 tiene por espejo a la tercera del H.7, El Ejército. Árbol cambia a Agua en el trigrama inferior.
Hexagrama 7, El Ejército. Aprontando los recursos internos. |
Esa línea mutando significa que en la ciudad vacía del 46 está todo por hacer, que solo hay una estructura. Algo como el guion de una película que el director lee por primera vez o la titulación que recibimos al terminar un estudio académico. Entonces, la tercera del H.7 nos advierte de elegir muy bien el liderazgo que seguimos. En el caso de un guion cinematográfico, puede ser el mismo guion el que necesita arreglos, porque el guion lidera el trabajo. Cuando es una titulación necesitamos practicar con los mejores, porque el título solo sirve para habilitar el comienzo.
También nos es útil investigar la tercera línea del 29, porque el 29 es el hexagrama de referencia para el trigrama Agua, en cualquier hexagrama que se encuentre. Y El Ejército lo tiene abajo. Siempre nos agrega algo para la comprensión de la respuesta
La línea tres del 29 es una detención, hay que llenar un espacio vacío, la caverna de la línea tres del hexagrama 29. Mientras se llena, no se puede avanzar. Es decir, que hay un vacío en nuestro conocimiento del caso y nuestra experiencia o nos falta gente idónea para el trabajo y necesitamos detenernos a estudiar e investigar sin avanzar a lo loco. Con el 29 todo se trata de controlar los miedos y atravesarlos lo mejor que se pueda. No es cosa de correr a la desesperada y entrar en pánico.
Hexagrama 29, Lo Abismal, El Agua. |
Algunos comentarios de la 29.3 lo interpretan como si necesitara ayuda externa, pero no lo veo siempre así, cuando muta se ayuda con la tercera del 48, El Pozo de Agua. La tercera del 48 es un recurso interno, algo que descubrir por propios medios, algo que está adentro y hay que subir afuera, algo que uno ya sabe y no sabe que sabe.
Algo que se encuentra en la memoria o algo que se puede saber reflexionando en cómo es que hace uno lo que hace. Cómo hago lo que hago? es una gran pregunta que uno se dirige a sí mismo en la tercera del 48 para llenar la caverna de la tercera del 29.
Hexagrama 48, El Pozo de Agua. |
El uso de las líneas espejo nos dice mucho, por eso algunas versiones del I Ching señalan la línea espejo del hexagrama correspondiente junto al dictamen de cada línea individual. Línea espejo es una manera de designar a la línea donde va a impactar en otro hexagrama cada línea individual de un hexagrama cuando muta. Son líneas vinculadas por asiduidad, por estar tocando a la puerta del otro hexagrama en la línea correspondiente cada vez que mutan.
Doy por supuesto que existe la comprensión, en cada uno de los usuarios de este libro, de que nos responde con o sin mutaciones cuando consultamos, pero eso no significa que cuando no consultamos viviendo nuestras vidas, las líneas de los hexagramas que representan nuestras vidas estarían inmóviles como si fuéramos las páginas de un libro que no se leen. No somos libros, estamos viviendo, la consulta solo es un corte en una línea de tiempo. O, de manera inversa, la consulta es una marca en el libro de nuestra vida, ese momento en que nos detuvimos a pensar en lo que estábamos haciendo.
Siguiendo el estudio de la mutación, la quinta línea del H.46 tiene su espejo en la quinta del H.48, El Pozo de Agua. Son viejos conocidos que se estimulan mutuamente. Porque, qué sentido puede tener dar la talla en la quinta del H.46 si eso no se pone a disposición de otros en la quinta del H.48?
Y subir el agua hasta la quinta del H.48 tampoco tiene sentido si no hay aspiraciones y vocaciones que cumplir en la quinta del H.46.
Hago notar que cada línea de cada hexagrama solo se vincula de esta manera, como espejo, a la misma sola línea de otro hexagrama. Que ese vínculo está siempre latente y su potencial siempre es el mismo. Y que todo depende de la asiduidad con la que se activa esa mutación en uno u otro sentido, para lograr el aprendizaje de vida que implica.
Así, no hay errores si los errores se traducen en aprendizajes y todo está bien sin bien termina. Si nuestro mayor enemigo es el miedo a eso que queremos evitar a toda costa, el hexagrama 29 y el trigrama Agua tienen buenas lecciones para hacerle frente y atravesarlo.
Cada uno tiene sus particulares y personales miedos, pero si no los enfrenta y los atraviesa, no crece.
Comentarios