I Ching, sobre los trigramas nucleares

Como decía en la anterior entrada, en una vida con el I Ching hay momentos más o menos largos en que algún hexagrama se reitera. Sale una y otra vez desde distintas consultas. Es como si tuviéramos la oportunidad de "especializarnos" en algunos, y los demás sean circunstancias cambiantes del laberinto por el que transcurrimos. También decía que frente a esto se impone afinar la puntería para entenderlos porque son más que circunstanciales. Son mensajes personales que señalan un trabajo que hacer y ese es el momento para hacerlo.

Hexagrama 24, el dragón recuperando fuerza 

Un hexagrama es una unidad, un cuadro, una imagen, una unidad de significado.
Nuestra primera reacción a una unidad con significado es la de empezar por separar sus partes y llevarlas al microscopio porque es más fácil que abordarla en su complejidad de relaciones; y con la ilusión de que cuando volvamos a unirlas se nos aparecerá el significado total al conocer sus partes.
La cosa no funciona así, las unidades con significado lo tienen justamente porque son unidades. Lo único que sucede al operar así es que sabemos mucho de cada parte, y cuando las unimos estamos mejor que al comienzo, pero aún nos falta.

Por eso cuando estudiamos los hexagramas también nos aproximamos desde distintos ángulos que sin destruir la unidad nos dan idea de lo que no son aunque su disposición es la misma, de lo que podrían ser si lo que está abajo y adentro estuviera arriba y afuera, de lo que serían si los pusiésemos cabeza abajo y otras operaciones de las que no he hablado porque el caso que elegí no lo permitía. Vamos despacio porque es complejo.

Estas operaciones externas nos acercan indirectamente, como si estuviéramos tallando un bloque de piedra para descubrir la escultura que encierra. Es así porque no tocamos la unidad del hexagrama, sino que usamos los demás que están cerca para encontrarlo por ausencia.
Decimos "no es esto, ni es aquello, ni es lo de más allá" y así vamos sacando lo que está de más a su alrededor hasta descubrirlo.
Esto nos da una visión de síntesis del hexagrama que complementa el procedimiento de separar y unir que hicimos con el análisis. Que nos acerca a comprender mejor el hexagrama.

Lucinda Wierenga esculpiendo, está sacando lo que  no es.

También comenté en la anterior entrada el procedimiento de estudiar la secuencia, con lo que serían tres procedimientos.
Uno temporal, la secuencia. Y dos espaciales; uno interno, el análisis y luego la unión; y uno externo eliminando lo que sobra, lo que no es, lo que está ocultando al hexagrama.

Ahora voy a comentar el procedimiento de separar y unir, el procedimiento interno. No será un comentario exhaustivo, sólo me detendré un poco en los trigramas nucleares.

Son seis líneas las de los hexagramas, y la unidad de significado se ha generado por la superposición de dos de los ocho trigramas.

Separar es reconocer por su significado cada uno de los dos trigramas y luego unirlos.
Es el procedimiento que más comentarios ha generado en la bibliografía del I Ching y no me detendré en ellos. Pueden consultar muchos, y muy buenos.

Lo que me interesa ahora son los trigramas nucleares: El nuclear inferior se forma con las líneas 2, 3 y 4; el nuclear superior con las líneas 3, 4 y 5. Ven que se entrelazan como las raíces de dos plantas muy juntas.

Con los trigramas nucleares sucede lo mismo que con los hexagramas. Son unidades de significado que muestran el núcleo donde se solapan Tierra, Hombre y Cielo. Puedo proceder con análisis, rompiendo y uniendo, y también mantener la unidad, y usar la secuencia. Comenzaré por usar la secuencia y luego me deslizaré a lo que surja en esta oportunidad. Cada vez que nos aproximamos a un hexagrama encontramos otro camino.

7

En el caso de El Ejército, el hexagrama 7 que veníamos usando para ejemplificar en la anterior entrada, el trigrama nuclear inferior es El Trueno y el nuclear superior La Tierra. El Trueno bajo la Tierra.es el hexagrama 24, El Retorno, o Retornar en la versión de Ritsema. El dragón recuperando fuerza.

Este hexagrama hace un aparente contraste con El Ejército, porque el 24 habla del retorno de yang, la luz de la verdad, la vida y el amor luego de un proceso de despojar o despojarse de todo lo

23

obsoleto y podrido del anterior ciclo, el hexagrama 23.
En el ciclo agrícola el 23 sería la poda y la limpieza de los campos por el ganado que se alimenta del rastrojo de la anterior cosecha. El 24 es el descanso invernal, cuando ya nada hay para hacer en los campos y los días pasan en pequeñas tareas en la paz y amor y calor del hogar en compañía de las mujeres, los niños y los abuelos.

24

Es el momento en que la voluntad de yang se fortalece en el descanso. Y el 25 que le sigue es la posibilidad de La Inocencia, su oportunidad de ser.
Porque el 23 también es algo como la menstruación, el 24 el nuevo crecimiento de las paredes del útero y el 25 el período fértil en que el óvulo maduro baja y es posible la concepción.

25

 Al 23, 24  y 25 los leería algo como así:
cuando te despojas de lo que ya no sirve para la vida, retorna la verdad de la vida que es el amor del Tao, y el mundo recupera la oportunidad para la inocencia. El 24 es renacer a la vida, la verdad y el amor, algo así es la idea.

Ven que el 7, El Ejército, también podría ser visto como el cuerpo de una mujer embarazada. Porque el agua en el interior de la tierra tiene esa chispa de vida en la línea dos del hexagrama que se origina en la mutación de la segunda línea de K'un, La Tierra, la madre.

Sabemos que la voluntad de vida es el dragón que se esconde en el agua, la primer línea de Lo Creativo, el Cielo, el hexagrama 1.  También que el agua busca lo bajo y al bajar impregna la tierra. Y la tierra entonces se hace receptiva a la voluntad del dragón yang y la vida se hace posible.
Acá hay una mezcla de agua y trueno en la segunda línea yang del hexagrama 7. Están soldados, amalgamados. El trueno es la voluntad de vida, el agua la persistencia esforzada de la vida.

Una mujer embarazada no puede hacer que su hijo crezca en su vientre aplicando su voluntad de vida. La voluntad de vida está en el niño que medra en el agua, el niño se ha apoderado de todos los recursos del cuerpo de la madre y la madre lo deja hacer y lo ayuda, hay una íntima connivencia entre la madre y el niño, entre el príncipe yin en la quinta línea y el general yang en la segunda del hexagrama 7.

En el hexagrama 7 hay un profundo amor mutuo  escondido en los trigramas nucleares.
El dragón que crece en el agua ya se ha hecho visible en el campo, pronto le brotarán alas y saldrá volando

Yo veo en el  24 oculto en el núcleo del 7 el motivo por el cual todo hombre, mujer, niño o anciano de esa tierra, cualquiera sea su condición social y oficio, se convierte en soldado de El Ejército. Acá está la voluntad de vida del agua K'an  que busca llegar a manifestarse en el mundo con el trueno Chen que está escondido en el núcleo del hexagrama Shih, El Ejército..
El Agua es esforzada y persistente, el Trueno es enérgico y lidera. La tierra los deja ser y hacer, y los alimenta.

Ven que estudiando los trigramas nucleares llegamos a entender un poco más, porque estamos comprendiendo la dinámica de las energías que están actuando en el hexagrama 7. Podemos decir que el hexagrama 7 nos sale cuando estamos en un proyecto de cuidar, proteger y acrecentar la vida de aquellos que por el motivo que sea han llegado a depender de nosotros para eso. También que su motivación es el amor que nos inspiran y que es correspondido. Eso nos motiva a armar un ejército, a poner todos los recursos que tenemos en juego.

Como principio general para la interpretación: la línea tres hace referencia a la cultura familiar y más próxima. La línea 4 a la cultura de la sociedad mayor en la que vives; aquí, en la cuatro, es donde uno comienza su individualización.