Cómo entiendo el uso del I Ching como disciplina.
Disciplina es una palabra que se origina en otra, discípulo. Discípulo pude ser entendido como aquel que está impulsado a un aprendizaje. Aquel que se deja llevar por su propio impulso, a un aprendizaje.
En el uso del I Ching como disciplina, entonces, la motivación es ese impulso del propio discípulo que busca guía para un aprendizaje. No necesita que lo empujen, tiene su propio motor, lo que necesita es guía.
Cuando encontramos el I Ching hemos encontrado esa guía. Así es como entiendo el Uso del I Ching como disciplina.
El Pozo a la izquierda, El Caldero a la derecha |
Ahora bien, he escuchado hablar del I Ching como un libro cerrado y también como un libro abierto.
Es que hay algo en él que es cerrado y otro algo en él que es abierto.
Es cerrado en su forma, un conjunto cerrado de 64 signos por la combinación de los 8 trigramas y el número total de sus posibles mutaciones.
Es abierto en su interpretación, ese conjunto de 64 signos y sus mutaciones tiene el potencial de significar a todo lo existente, tanto lo visible como lo invisible.
Cuando hablo de lo invisible, me refiero a todo lo invisible. Es decir, los pensamientos, los sentimientos, los instintos, el carácter, los conceptos, los miedos, el inconsciente, el pasado, el futuro, las creencias. Y podemos seguir enumerando, porque la lista de lo invisible es muy larga.
Si me preguntaran, por caso, si este libro contiene significados religiosos, respondería que todo depende de que la pregunta tenga un significado religioso. Porque el universo de significado de los 64 signos contiene todos los significados a los que pueda apuntar una pregunta. Es decir, que la variable independiente, acá, en el uso y práctica del I Ching, es la pregunta.
¿Y cuáles preguntas son estas? Las preguntas que surgen de la particular indagación del discípulo.
Ya se sabe que un maestro no adelanta conocimiento a un discípulo, que espera a que le pregunten y entonces responde. Un discípulo no necesita que lo empujen, sólo necesita que lo guíen cuando se ha perdido o está oscurecido, confuso.
Este libro es mudo, quieto y oscuro como Tierra, Lo Receptivo. Se activa como Cielo, Lo Creativo, con la pregunta y la condición existencial del que pregunta.
Porque el discípulo que pregunta lleva consigo un universo de significado, al igual que este libro. Lo lleva en su cuerpo, su lenguaje, su crianza, su educación, su cultura y sus vivencias. El que pregunta, tiene memoria discernimiento intuición e instinto. Y también tiene su mundo emocional que conocer y respetar.
Por eso el que pregunta es el que puede encontrar sentido a la respuesta, ya que esa pregunta tiene sentido para él y nada más que para él. Y la respuesta que recibe es para él y nada más que para él; una respuesta que se entiende y traduce a palabras en el universo personal del discípulo.
Porque uno puede leer muchos comentarios, pedir ayuda y dar vueltas y vueltas a una respuesta; pero siempre termina por cerrar para uno en el propio universo de uno.
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Comentarios
Ok Marcelo, gracias, un abrazo.
Un abrazo grande
reflexionar acerca de cómo realizar las preguntas y de cómo interpretar las respuestas. Excelente, es algo que he de mejorar.
Abrazo fuerte
Por ejemplo, uno tiene una idea de la marcha de los asuntos que tiene entre manos, ¿cierto? Todo tipo de asuntos, en su trabajo y en sus relaciones, las cosas del vivir diario. Pero esa idea que tiene tal vez no ha sido muy reflexionada.
Entonces uno pregunta ¿cómo es mi trabajo?, por ejemplo. Y te responde. Uno sabe cómo es su trabajo, hay correspondencia entre lo que uno sabe y la respuesta. Uno busca esa correspondencia y de paso eso te sirve para reflexionar sobre tu trabajo, sus pros y sus contras, cómo puedes hacerlo mejor, cómo puedes ser más eficiente, hacerlo más simple y más fácil.
Eso te ayuda a vivir mejor. Ese es el uso al que me refiero.
Porque cuando acudes desesperada al libro y nunca antes lo consultaste, nunca lo usaste como disciplina para ayudarte a vivir mejor, resulta que no entiendes nada, que la cosa ya fue a mayores, que lo que creías estabas haciendo bien no era tal, etc, etc.
Por ejemplo, acabo de iniciar un blog nuevo. Entonces consulto para saber si hay algo de lo que estoy haciendo y mis motivos que están fuera de lugar, algo que no he visto, algo que se me pasó por alto. Consulto por ejemplo ¿qué te parece mi nuevo blog? Obtengo una respuesta que me confirma y me estimula o puede ser una que me hace revisar algo que no había visto, que pasé por alto. Aunque esté segura igual consulto, no necesito consultar antes si surge de mi interior como un chorro de agua al abrir la canilla, pero después sí. Para revisar.
Entonces, la cosa no es tan complicada si lo usas así. Se te complica cuando lo usas a la desesperada, cuando ya te superaron los acontecimientos.
Piensa en esto, un abrazo, gracias por comentar. Siempre sale algo más que ilumina mejor cuando comentas.
Uso el signo del hexagrama 13 como favicon, el que sale en la pestaña del buscador cuando entras acá.
Al 13 lo he intentado muchas veces, siempre con dificultades, doloroso, duro, desgastante. Lo puse de favicon porque acá lo intento de otra manera, juntos pero no revueltos y el segundo puesto del 13 es el I Ching. Nadie puede ser dueño del I Ching y aunque intente crear una secta con el I Ching, siendo sacerdote del I Ching y palabra santa, cualquiera puede usar el I Ching sin necesidad de su permiso. Que la luz nos ilumine a todos sin intermediarios. Una luz personal y también comunitaria, el hexagrama 13 sin mutación.
He dicho! jajjajaaj
Ok la grulla, sigamos.