Cuando hablamos de los Hexagramas del Ciclo del Tiempo, nos estamos refiriendo a un almanaque que está incluido en la secuencia de hexagramas del Rey Wen. Es decir, en esta secuencia que se usa en el I Ching para desplegar los 64 hexagramas en sucesión.
Los hexagramas del ciclo del tiempo están intercalados en esa secuencia y tienen su propia secuencia. Acá los presento de forma lineal para que se pueda observar la subida de las líneas.
Comienzo por el 44 porque sé de lo que hablo, fue cuando me topé con este libro en la vidriera de la librería y entré a ver de qué se trataba. Fue ese toparse el que inició mi ciclo personal con el I Ching, nunca antes había sabido de él.
Los ciclos de tiempo tienen vueltas y revueltas, en el hexagrama 33 uno se retira porque se ha embrollado con esa materialidad oscura de palabras del libro y sus comentarios sesgados, luego vuelve con fuerza en el 34, con la mente limpia y dispuesto a hacer sus propias lecturas.
En el hexagrama 12, uno se puede olvidar de que existe el libro, tan ocupado que está en las cuestiones que tiene entre manos, afuera, en el mundo. En el 11, uno puede iniciar un estudio sistemático y una práctica sostenida o puede iniciar un blog para comentarlo o escribir un manual para su uso.
La importancia de reconocer estos hexagramas en particular, es que en ellos no hay intervención humana posible. El paso del tiempo es ineludible, es la variable independiente de toda ecuación. También, que siempre nos encontramos viviendo ciclos, viviendo varios ciclos al unísono en los distintos roles que hemos asumido.
Algunos dirán que, lo que inicia el ciclo, es la curiosidad y la maravilla de la consciencia que despierta y crece del hexagrama Lo Creativo que está en cada uno de nosotros. Y, entonces, lo comenzarán por el hexagrama 24, El Retorno, que inicia el ciclo de aumento de conciencia. El solsticio de invierno, la intimidad consigo mismo y los íntimos, la meditación.
Otros, que es la presencia, el estar siendo de la materia, el hexagrama dos, Lo Receptivo, que también está en cada uno de nosotros, lo que despierta Lo Creativo en nosotros y lo comenzarán por el hexagrama 44, que nos trae el cuerpo material sobre el cual trabajar.
El hecho es que, el uno sin la otra y la otra sin el uno, son impotentes. Y que el orden en que se generan el uno al otro, es la vieja discusión de quién es primero, si el huevo o la gallina. Unas veces es el huevo y otras veces la gallina, según sea uno u otro el que aparentemente inicie el ciclo.
En el cuadro, he separado a los hexagramas 1 y 2, Lo Creativo y lo Receptivo. Para no distraer de los otros diez que marcan las Estaciones del Ciclo del Tiempo. El Retorno, el 24, marca el día siguiente al solsticio de invierno del hemisferio norte. El 23, el día antes. El día del solsticio el sol se detiene en su descenso, queda inmóvil, ese es el único momento donde se puede colocar al hexagrama 2 en esta serie. El punto de inflexión. Hay otro día punto de inflexión para el hexagrama 1, el día del solsticio de verano en que el sol detiene su ascenso.
Como dije, se puede comenzar por cualquier parte, pero todos sabemos que cualquier ciclo tiene un comienzo y un final. Eso se muestra en esta mutación:
Como se puede ver en el cuadro de los ciclos, para llegar al 23 desde el 24 es un largo camino. En ese camino crecemos en conciencia y materializamos logros.
Cuando lo iniciamos en el hexagrama 24, no sabemos la cantidad de tiempo de vida que emplearemos en transcurrir el ciclo completo. Sí sabemos que será un trabajo pesado. eso es evidente en la condición yin del hexagrama par 24, con una sola línea yang y cinco líneas yin que movilizar por delante.
Lo otro que sabemos es que, el final, se nos hará evidente cuando ya no quede nada por hacer y el trabajo esté terminado. Eso se muestra en su par yang 23, con su línea entera en retirada en el sexto puesto.
Las líneas yin del 23 quedan sin guía, porque el trabajo de la línea yang del tope está terminado. Esas líneas yin tendrán que estar avisadas y encontrar su propia guía interior, lo que se muestra en esta mutación:
Un caso es el ciclo de tiempo de escolarización de los niños y adolescentes, desde los 3 a los 18 años. Todos hemos pasado, bien o mal, por este ciclo de tiempo y también por el subsiguiente que da comienzo con el nuevo retorno. Nuevo retorno que es el comienzo de nuestra vida adulta socialmente activa. Lo hemos hecho a nuestra propia manera y circunstancia, o no estaríamos acá escribiendo o leyendo.
Entonces, cuando recibimos por respuesta un hexagrama del Ciclo del Tiempo, nos ubica en un tiempo de la vida de la cuestión sobre la que buscamos hallar comprensión. Significa que la cualidad de ese “tiempo” es determinante e ineludible y refiere a un ciclo mayor de tiempo, como el mes refiere a un año en el calendario o la hora refiere a un hemiciclo del día en el reloj.
Y que comprender toda la secuencia de estos hexagramas del Ciclo del Tiempo es algo muy útil en nuestra práctica viviendo con el I Ching.
Son 12 hexagramas si partimos del hexagrama 2 e incluimos al hexagrama 1. Pero esos dos hexagramas no están presentes de igual manera que los demás en este ciclo.
Los incluyo en el cuadro algo separados, porque su acción subyace escondida en la esencia de cualquier ciclo, como también yace escondida en la secuencia y en cada hexagrama y en cualquier otra secuencia, corta o larga.
Ambos hexagramas, el 1 y el 2, por separado, carecen de capacidad para crear algo.
Y acá me parece apropiado una digresión sobre estos dos hexagramas. Nunca despreciar una oportunidad de meditar sobre ellos.
Aunque al hexagrama 1 le llamemos Lo Creativo, si ninguna de sus líneas muta para dar cabida a un espacio que pueda ser llenado con una línea yin, una línea material, es incapaz de crear algo. No tiene con qué crear.
Igual sucede con el hexagrama 2, le llamamos Lo Receptivo, pero, si no da cabida a alguna línea yang que traiga o despierte una idea creativa, permanece inmóvil y sin cambios.
Tiempo sin Espacio, sin materia, y Espacio o materia sin el paso del tiempo que la transforma, no evolucionan, nunca cambian y esta secuencia del ciclo del tiempo es dinámica.
Por otra parte, si llegamos a alguno de estos dos hexagramas, 1 o 2, por mutación de un tercero en una respuesta, la lectura es distinta. Ese hexagrama y su mutación nos está llevando a encontrar un gran potencial creativo si muta al hexagrama 1 y a un recurso inestimable si muta al hexagrama 2.
Algunas indicaciones para meditar en el cuadro de los hexagramas del ciclo del tiempo:
a): las líneas entran al hexagrama por abajo.
b): las líneas enteras, calientes, eléctricas, inmateriales y luminosas -yang- tienen un movimiento ascendente y entran con Fuerza penetrando con facilidad en las líneas partidas blandas y maleables yin.
c): las líneas partidas, frías y no luminosas u opacas, son materiales e inertes, magnéticas, blandas y maleables, son recursos u objetos o cuerpos de conocimiento densos y pesados -como los 64 hexagramas- y tienen un movimiento descendente.
d) como consecuencia de a), b) y c), una línea entera que esté por abajo de una línea partida, asegura la unión exitosa y productiva de ambos. A la inversa, una línea partida que esté por abajo de una línea entera es una unión débil que depende del magnetismo de la línea partida para sostenerse en el tiempo.
e): los hexagramas que participan del ciclo son pares girados 180º.
f): los hexagramas que participan del ciclo también son hexagramas trasmutados en sus opuestos, es decir que todas sus líneas yin y yang están mutando a su opuesto.
Estas consideraciones son útiles para entender la dinámica intrínseca de un hexagrama, pero también sugiero que se estudie el cuadro con ellas en mente, para caer en cuenta de cuánto pueden decir los signos cuando los colocamos en una secuencia con significado.
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