El Hacha es un símbolo del poder de mando otorgado por una comunidad a su líder, como el bastón presidencial o el cetro de los reyes de Europa o, mejor aún, la banda en el brazo del capitán de un equipo de fútbol. Es mejor porque es algo que se puede perder, porque ese liderazgo está siendo probado en todo momento, no es hereditario ni se puede comprar con una campaña engañosa de márquetin electoral, sucede incluso a pesar del líder, porque no lo busca.
Por caso, la sexta línea del 57, Lo Suave, El Viento, pierde su hacha por estar investigando a solas subiendo en la oscuridad. No hay sentencia adversa acá, la comunidad eligió otro líder en el quinto puesto. Parece que los sujetos del signo 57 desaparecen por arriba, investigando en la oscuridad; un dato que dice mucho al respecto de las actividades, organización e intereses de los sujetos de Lo Suave.
Un caso posible para esta línea que me viene a la memoria es la investigación del monje en Kim, la novela de Rudyard Kipling, la investigación que lo sacó de su monasterio en donde lo habían elegido abad. Buscaba el Río de la Flecha. Una flecha que lanzó el Buda Shakyamuni, tan lejos y tan alto que cayó en la llanura, eso relataba un antiguo libro de la biblioteca de su monasterio.
En donde se enterró la flecha, brotó un río, el río de la Flecha. Cuando uno se baña en él, trasciende, se ilumina, se esfuma, no vuelve a nacer. Estaba cansado el lama, bondadoso, sabio y de paciencia infinita, simple como un niño, se entrega a la guía del mundo en la oscuridad, como se enseña en el hexagrama 2, Lo Receptivo.
Kim lo guía en las ciudades abarrotadas de la India colonial británica, un encuentro fortuito. Por eso caminó desde las montañas del Tibet hasta las llanuras de la India, para encontrar a Kim, su guía, sin el cuál no podía hacer su hallazgo.
Convencido de que Kim le había sido enviado, porque así funcionan estas cosas oscuras que nunca conoceremos acá, más que en sus apariencias. Kim era una apariencia, una que ocultaba al que había sido enviado para guiarlo en su investigación. Esas cosas han sucedido y sucederán, sus libros estaban llenos de los relatos de otros investigadores que mostraban situaciones increíbles por las que se habían iluminado. Todas ciertas, todas increíbles. "Si es necesario, se abrirá a nuestros pies" decía a Kim, su chela, su discípulo.
Recorrió esa llanura una y otra vez en esos años que intimó con Kim, caminando el polvo, parando en los paradores nocturnos, en casas de campesinos que lo recibían como a un santo; para encontrar el río, lavar sus pecados, trascender y no volver a nacer. Inconmoviblemente perseverante fue ese monje y lo consiguió. Sus palabras a Kim eran “la investigación es segura, ven”
Ese tipo de actividades, esas investigaciones oscuras sobre la trama y la urdimbre del mundo, debajo de la cama, los sueños y premoniciones, la adivinación, arriba en la oscuridad, esas cosas del hexagrama 57, Lo Suave. Perder su hacha en la sexta línea de Lo Suave, fue una recompensa de los monjes de su monasterio, que lo amaban y veneraban, para que pudiera hacer su investigación segura, ven.
Comentarios
Sea como sea esa sexta línea encuentra una respuesta definitiva a la cuestión que ha estado investigando por tanto tiempo. La tendencia es hacia la sexta línea del Pozo de Agua. Parece como si se le abriera bajo los pies, por eso me recuerda a la experiencia del Lama de Kim. Y lo hace cuando abandona el hacha y el monasterio y se entrega al mundo. Pero no sin antes hacer todo el camino de las 5 líneas anteriores, su estudio y su investigación, la que compartió tantas veces con los demás monjes en conversaciones que yo imagino como el hexagrama 58.
Los hexagramas son una fuente de meditación sobre el mundo bajo el Cielo, nos acompañan siempre. Otros meditaron en lo mismo, están en todas partes, han dejado sus percepciones e intuiciones. Estas cuestiones son muy difíciles de compartir porque pertenecen a la intimidad de cada uno, intuiciones y percepciones, vivencias personales indescriptibles e intransferibles. Uno solo tiene metáforas e imágenes para hablar de ellas, por eso los hexagramas con su abstracción y poder de evocación nos ayudan a compartirlo.
Gracias por comentar, me has hecho volver a este hexagrama que es el de todos los estudiosos e investigadores de todos los tiempos. Entrar en el meollo de las cuestiones que investigamos para comprenderlas desde adentro, en sus propios términos. Encarnar el hexagrama.
Saludos, que andes bien.
En una consulta espiritual que hice se canalizó este gua 57, con un tiempo de vivencia de dos meses para cada línea.
Recorrí el camino, lo viví, lo hice mío.
Ahora llegué a la sexta línea.
El Yijing pide aquí un cambio de las reglas que servían en las otras cinco líneas, un salto total.
Al principio me desconcertó, pero suspender la "penetración" y desactivar lo intelectivo me llevó a los Yoga Sutras de Patañjali como manera de experimentar esta sexta línea.
Todo un misterio.
Como el Yi lo es.
Te deseo éxito en tu investigación, gracias Daniel.
Sun se activa y el sendero es para toda la vida.
Gracias por tus palabras.