Hexagrama 3, La dificultad del comienzo, Brotar. Para su primera línea.

Hexagrama 3, Brotar con dificultades.

Los seres humanos nacemos estrujados al pasar por el canal del parto y con el sistema nervioso inmaduro. No podemos incorporarnos ni caminar para acercarnos al alimento, no podemos ver a nuestra madre ni nuestra mano. Nacemos a un mundo brumoso de resplandores y sonidos retumbantes y lo primero que sentimos es frío. Eso es nacer con dificultades, el parto es difícil y la condición es vulnerable e indefensa.  

Demoramos muchos años en adquirir habilidades básicas para la supervivencia porque el instinto no comanda nuestros actos en la medida en que lo hace en otros mamíferos, tenemos mucho raciocinio que interfiere en el automatismo, por eso necesitamos ayuda y protección durante mucho tiempo. 

Ese es el escenario de este signo, el nacimiento de un ser humano o de cualquier empresa que necesite acción mancomunada de voluntades, un parto dificultoso, un ser y un corazón indefenso que sale al mundo, hay tantas cosas por hacer que no se sabe por dónde empezar, por eso se habla de un escenario caótico. La Humanidad misma comenzó así, por lo que hemos llegado a saber de nuestra historia.

Así comienza la secuencia de los hexagramas del I Ching, el libro que nos ayuda a ordenar nuestra vida y el mundo humano. Puede hacerlo porque la secuencia de los signos está ordenada por el Sentido y fue ideada con esa intención. 

Ese es el escenario y, cuál es el mensaje? El mensaje está en los dictámenes y estudiaré el de la primera línea, el regente del signo, que lo dice con el retumbar de Trueno y se acalla. 

Columna de piedra. Cosechante, residir en la Prueba. Cosechante: instalar feudatarios.

Trueno es el hijo mayor, el general de los ejércitos, el que se impone y obtiene obediencia, lo que sobresalta y atemoriza, pero también es lo que está a la altura de la situación y la controla, en la misma medida en la que se pueda llegar a controlar a sí mismo. 

Es el pie y una carrera veloz, el que marcha al frente y lidera. Su voluntad es explorar, investigar, encontrar, conservar para dominar el territorio, protegerse y protegerlo. Para eso trazamos y construimos caminos que unen, para su pie que avanza.

Acá, en el hexagrama Brotar, lo vemos inmóvil, controlándose a sí mismo para poder controlar la situación, como una columna de piedra que señala el lugar, el momento del nacimiento y su voluntad al nacer. 

Residir en la Prueba, es decir, sobrevivir. Instalar feudatarios, es decir, gritar por ayuda. Algo que todos hacemos al nacer con esa voluntad de la vida misma que nos anima y el primer grito que emitimos.

Y la ayuda llega, porque la mutación de la primera línea del hexagrama tres deriva al hexagrama 8, La Solidaridad. Y su línea espejo habla de un cuenco lleno a rebosar, algo que no se le niega a nadie en el mundo humano, agua y comida.

Hexagrama 8, La Solidaridad

Es evidente que columna de piedra es el fundamento y también la piedra fundacional o la placa fundacional, esa que se fija a tierra y lleva impresa la intención de la obra. La intención de Trueno es conservar y proteger ese lugar y ese ser vivo indefenso que tiene el cuerpo en lo alto. Y que, lo que está fundando, es una institución social que protege al débil e ignorante, está Tierra en el nuclear inferior.

 Una escuela, un hospital, un club deportivo de barrio, una ciudad, fundaciones sociales de todo tipo en las cuales participamos o de las cuales somos testigos. Como el testigo que firma nuestra inscripción en el Registro Civil que nos da nuestra Carta de Ciudadanía, otorgada por el Estado, que también es una fundación humana. Participantes y testigos están en las líneas.

Trueno, cuando reside en la Prueba, posee poder instituyente, el que funda instituciones y acá está haciendo eso. Los hombres lo tenemos y lo usamos desde siempre, o no habríamos sobrevivido. Seríamos uno más de tantos homínidos que habitaron este planeta y se extinguieron.

He sido testigo y partícipe de fundaciones extraordinarias que dieron brotes saludables, rollizos y felices como hongos que brotan en los bosques después de la lluvia, al final del verano, cuando está llegando el tiempo de la Cosecha. 

Cuando se crea una institución, hay que residir en la Prueba de manera duradera, hace falta perseverar para que crezca, sea conspicua y cumpla con la función social para la que ha sido creada y está escrito en la piedra fundacional y en el contrato explícito que firmamos cuando nos asociamos. No es trabajo de un solo hombre construir una ciudad, una polis, un centro de gobierno que organiza la vida social. Tampoco lo es cuando se crea una escuela o cualquier otra institución. 

hexagrama 3, Brotar con dificultad

Ese es el fundamento, la piedra fundacional de la secuencia entera hasta el hexagrama 63, que muestra lo que ya se ha ordenado, y el 64, que muestra lo que falta por ordenar. Porque, cuando creemos que ya todo se ordenó, todo se desordena y hay que volver a ordenar. Nuestra obra siempre es una obra inconclusa, porque el mundo no se queda quieto y cada uno de nosotros, tampoco. 

Cuando esta línea sale mutando nos dice que apelemos, de alguna manera, a nuestro poder instituyente. Sea porque es necesario crear una institución, fundarla. O porque alguna institución en la que participamos se está desviando de los objetivos para los que fue creada, está en crisis y hace falta activar sus fundamentos para que no caiga en decadencia y deje de cumplir la función para la que fue hecha. Para que no se desnaturalice. 

Por eso algunos educadores del siglo XX fundaron lo que llamaron Escuela Nueva, porque la Escuela Normalizadora del siglo XIX solo puede cumplir la función para la que fue creada, es decir, preparar a los ciudadanos para la producción, la guerra y el consumo. Las instituciones son creadas por los  hombres, pero son históricas, sus fundamentos se enraízan en un lugar y un momento histórico y con el tiempo pueden quedar obsoletas, no responder a las necesidades del presente ni del futuro avizorado.

Como el poder instituyente de la primera línea del hexagrama 3 es inherente al hombre, lo trae consigo al nacer aunque nazca invalidado, nunca se pierde. Siempre se puede apelar a él. Trueno es el primer hijo, el espíritu fundador, el que instala los fundamentos. Como se ve en la alegoría de Moisés descendiendo del monte con las tablas de la ley y fundando a Israel. Moisés es el líder y usa su poder instituyente, un poder delegado por Cielo y Tierra que juntos preceden a este signo, Brotar, el hexagrama 3, que inicia la Secuencia con esta línea. 

Porque Cielo y Tierra no son los únicos que pueden fundar, también puede fundar el Hombre. Por eso este libro habla de ello como de las tres potencias fundamentales, porque pueden fundar. 

Todos los hexagramas que tienen a Trueno en su composición de alguna manera aluden a esto, en especial aquellos que lo tienen en el trigrama interior y Brotar es el arquetipo más notorio.

Comparten el espíritu fundador que crea con barro, lo sopla y le anima nueva vida. En este libro, a ese espíritu fundador presente en el Hombre, se lo alude con  el trigrama Trueno, el que despierta y habla en las tormentas. 

También es el mástil al que se amarró Ulises, el principio de realidad. Así, cuando todos corren despavoridos y confusos, conserva la calma. Así, reúne como una hebilla que sujeta el cabello.

En síntesis, Trueno es columna de piedra, es principio de realidad y es fundante, porque anima nueva vida cuando todo parece perdido. Puede serlo porque es autónomo, es decir, que busca en sí mismo la fuerza, el poder, que necesita para contenerse, mantenerse entero, no desnaturalizado, y contener a otros.

En Trueno se puede ver el espíritu salvaje, irreductible a la imposición cultural, que está presente en lo profundo del ser humano, de la Humanidad como un todo y en cada uno. Algo que tanto crea como destruye y una característica de yang que necesitamos reconocer para mantenernos enteros.

La Imagen del signo muestra el caos, nubes y trueno, de la fundación del Hombre, en la primera frase. Describe el trabajo por hacer para que el proyecto humano se concrete, en la segunda. La Imagen del signo dice así:

Nubes y trueno: la imagen de la dificultad inicial. Así el noble ordena y regula el tramado de las leyes.

Para entender bien la primera línea y el signo en su totalidad, es conveniente mirar la otra línea yang que parece sostener en lo alto Trueno, y discutirla. 

Está afuera, es central y está formada  por Montaña en el trigrama nuclear superior, que se atiene a razones lógicas y vela por la justicia. Y por Agua en el trigrama componente, la razón emocional que se atiene a razones que la razón no comprende y vela por el amor. Ambos trigramas comparten esa línea yang de voluntad dirigida superior. 

Entonces, el noble ordena y regula el tramado de las leyes negociando un armisticio, porque las manos de Montaña son las manos del corazón de Agua y comparten voluntad. Un armisticio para atener las leyes a ambas voluntades. Ni una ni la otra, las dos.

La de la quinta línea es una negociación difícil, que dibuja figuras complejas y enrevesadas en la trama de una vida y de la historia humana hasta que la mano acepta incluir las razones del corazón y el corazón acepta atenerse a leyes, ese es el entramado de las leyes, el que se teje entre Montaña y Agua en la quinta línea del hexagrama Brotar.

La Montaña es obstinada, esa es una característica de Montaña, que se cierra a las razones del corazón y busca imponerse  con su altura y su brillo superior. El brillo de la razón argumentativa es poderoso, pero no tanto como el brillo escondido de Agua, porque está en el corazón de todos los hombres. Shui-mu, la vieja madre, la nodriza Agua.

Agua atraviesa los desiertos, llena todas las partes bajas, se hunde en las simas oscuras de Tierra y brilla en las cimas de Montaña, cambia de estado y entra a nuestro cuerpo como vapor en el aire que respiramos, sale de nuestro cuerpo cuando sudamos. Lo penetra todo y nos une a todo haciendo posible la Vida. 

Tengo lengua pero mis dientes ya no están, dijo un viejo sabio taoísta riendo a carcajadas y señalando su boca desdentada, lo blando siempre vence a lo duro. Lo cito sin recordar su nombre, porque lo importante es la estupenda analogía que encontró en un instante para retrucar a su discípulo, tan racional, tan elevado en sus argumentaciones racionales y apelando a autoridades, recitando con pertinencia lo que había memorizado porque era un alumno obediente. Todos los argumentos se caen cuando Agua habla por la boca alegre de Lago.

Agua es arrojada, extremadamente móvil, por eso es peligrosa. Solo aprende haciendo, cayendo en las trampas de las simas donde queda atrapada o en las de las cimas donde queda inmovilizada en los hielos de los glaciares,  como se ve en la primera y en la sexta líneas del hexagrama 29, el Agua. No hay lugar que no conozca Agua y penetra todo.

Hay en el hombre una consciencia de Agua y una consciencia de Fuego que se tejen entre sí creando leyes en la Humanidad y en cada hombre.

La primera es algo que ya tenemos al nacer, como se ve en Brotar, que se refina y cultiva viviendo lo que trae la vida. La consciencia emocional que acepta todos los riesgos que vivir trae, vive el ahora, sin preguntarse por el pasado ni por el futuro porque el corazón no sabe de eso, vive en la oscuridad del cuerpo escuchando su sonido. Se vale del oído interior y exterior y de la mano izquierda de Montaña, la que sostiene y ofrece.

La segunda es la que se adquiere con  la socialización de la cultura de nacimiento, Montaña como el templo de los antepasados, la sabiduría de la cultura donde se nace. Es la que calcula, mide y compara. La que construye argumentos para llegar a tomar decisiones, mira el pasado y se proyecta al futuro. Es la que conoce la muerte, porque el corazón no sabe de eso. Es la que se vale del ojo exterior e interior de Fuego y de su mano derecha, la que hace y retiene.

Dos consciencias, dos sabidurías. Algo que es completamente lógico en un mundo dual como el nuestro y que explica la posición que tienen en la secuencia del I Ching los signos Agua y Fuego -la ubre de la vaca- cerrando la Primera Parte, y entramándose al cierre de la Segunda Parte, los signos Ya Cruzar(al orden) y Aún No Cruzar(al orden).

Eso es lo que se entreteje para crear las leyes en el quinto puesto y es el Trueno el que lo instituye en Brotar. También lo actualiza como proyecto en cualquier otro hexagrama que tenga a Trueno en su composición. 

El signo Brotar está mostrando el proyecto del corazón con el que nacemos y Montaña tiene dos manos para aprender a sopesar las razones y llegar a decisiones, porque es la que hace y la que sostiene y ofrece. La que hace y repara con la palma hacia adelante y la que sostiene y ofrece con la palma hacia arriba. Entonces miremos el signo Montaña.

Las manos es algo que se puede ver tanto en el simbolismo de Ganesha el elefante, el hijo de Shiva y Parvati, como en el simbolismo del signo Montaña, el 52 de la Secuencia.

Hexagrama 52, Montaña.
La mano derecha ostensible afuera, haciendo, reparando, reteniendo.
La mano izquierda inadvertida adentro, sopesando, sosteniendo, ofreciendo,
La Mano Izquierda de la Oscuridad

En todos los signos, el trigrama inferior sostiene al superior, por eso sostiene mejor cuando la tercera línea es firme. En Montaña, el 52, hay dos líneas firmes y luminosas. La sexta, visible al tope, la mano derecha, la sabiduría de la cultura. Y la del tercer puesto, que sostiene al trigrama superior, la mano izquierda, la sabiduría del corazón de un hombre. 

La sexta línea firme de Montaña, la mano derecha, lleva el siguiente dictamen al mutar:

Magnánima restricción, propicio. Usar la munificencia para consumar

Si es magnánimo en la restricción, significa que,  por su posición elevada, al tope de la cultura, también se restringe a sí mismo y en la misma medida.  Si usa la munificencia para realizar, para consumar, para hacer, significa que lo hace con generosidad. Muta entonces mostrando la sabiduría de la mano derecha de esa cultura, que escucha al corazón de los hombres. 

Con estas palabras esa línea se hace receptiva y verificamos, una vez más, que lo blando siempre vence a lo duro. 

Vino a mi mente entonces un desarrollo posterior de la idea desarrollada en este artículo. Va al signo La Modestia, el 15. Porque es la mano izquierda la que queda abajo cuando Montaña muta en su sexta línea de mano derecha, derivando al signo La Modestia. Y comprendiendo ese signo conocemos la sabiduría del corazón, es mejor saber lo que hace la mano izquierda. Por cierto que lo escrito no lo acaba, pero es un intento más.

Acá pego el enlace al artículo:

https://abatesoderini.blogspot.com/2025/02/hexagrama-15-mantenerse-entero.html