Hexagrama 18, ¿de cuál trabajo se trata?. Líneas 2 y 5.

No aceptes lo habitual como cosa natural; porque en tiempo de desorden , de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar.   -. Bertolt Brech, La Excepción y la Regla

No volveré a introducir la cuestión del hexagrama 18 porque he hablado en extenso de ella en el anterior post sobre las líneas 1 y 6 de este hexagrama.
Continuaré en la misma melodía, la del cerdo-hígado-Sun en el trigrama inferior y  Montaña-acumulación de riqueza-antepasados en el trigrama superior.
Solo recordar que el TRABAJO al que se hace referencia en este hexagrama 18 se describe así en el dictamen del hexagrama:

Así el noble sacude a las gentes y fortalece su espíritu.

Se entiende que sacudir a las gentes y fortalecer su espíritu puede ser algo así:

Y también puede ser algo así:

Todo depende desde el cristal donde se mire, porque cada uno reacciona a estas sacudidas desde la índole de su espíritu, es decir, según el tipo de hígado que tenga. Lo que estimula a mi hígado puede ofender al hígado del otro. Ahora recuerdo que entre la gentry inglesa nunca se hablaba del hígado ni de la digestión. Muy significativo.


Veamos la Segunda Línea:

Rectificar lo echado a perder por la madre.
No se debe ser demasiado perseverante.

Acá la herencia descompuesta e ininteligible llega hasta uno desde la madre.  La madre es sinónimo de servicio en todas partes del mundo y en el I Ching también; eso es lo que hace nuestra madre, nos es útil, nos ayuda. Sin ella estamos muertos al nacer o alguien hará de madre sustituta, porque sin madre nadie sobrevive.
Madre es también la sociedad que nos recibe al nacer, su estructura social en la que quedamos inmersos y nuestro lugar ahí. Si nos descuida, si no nos reconoce, si nos excluye, es como no tener madre.
Veamos lo que nos sucede cuando no tenemos madre y además -y por semejanza-, cuando somos excluidos de la sociedad, porque son equivalentes.
Si nuestra madre nos descuida y olvida hay que mirar muy de cerca, porque es posible que no sea nuestra madre, que esté chiflada, envuelta en un pacto de silencio que no puede romper, enferma, agobiada de trabajo, acosada por compromisos y obligaciones sociales por su posición de esposa prominente o de profesional o cualquier otra situación más allá de su control.
Las mujeres han tenido hijos durante milenios porque quedan embarazadas, no porque siempre los deseen. Digamos que así muchos somos el resultado de una farsa a la que todos adhieren y de un aborto que nuestra madre no pudo cometer.
Esto significa que el origen de la corrupción está obligado por las condiciones del propio género o ha sido por sumisión a un patrón de conducta servil e imitativo instalado socialmente al que nuestras antepasados no pudieron sustraerse. Así nos llega con la leche que nos alimenta, nos llega la minusvalía por herencia y así la trasmitimos a nuestros hijos tal cual la recibimos. Sea de la índole que sea.

Pasar a un patrón de autonomía, sacudir a estas gentes y fortalecer su espíritu autónomo, necesita de delicadeza, tiempo y pausas de silencio y de descanso.
El reconocimiento de sí mismo está vulnerado por la experiencia de abandono materno o de exclusión social; uno no sabe quién es porque nuestra madre o nuestra sociedad no nos ha reconocido como su hijo, no nos ha mirado. Sólo nos ha engendrado y parido, pero no reconocido. Somos carne sin identidad.
La que nos mira y nos nombra es nuestra madre, ella es el primer espejo en que nos miramos y la primer palabra que hablamos.  Ella es la que nos introduce en el lenguaje y la cultura familiar y social, la que nos enseña a hablar y a encontrar el significado de las palabras. La que nos inicia en la administración de nuestro propio cuerpo, emociones  y salud. La que nos dice cómo es el mundo, quién somos y cuáles son nuestros dones, que los reconoce porque nos mira con amor; es decir, constantemente.

Ella es la que nos ben-dice o mal-dice con sus palabras, gestos, actitudes y con lo que no dice. Lo que calla y oculta pero está. Porque un niño pequeño sabe si su madre es feliz con que él exista y sabe cuando no lo es. Un niño pequeño sabe todo sobre su madre, nada se le oculta.

Esta situación de la segunda línea es tan antigua como antiguos somos los humanos sobre la tierra. Lleva tiempo rectificar lo echado a perder por la madre. El texto dice que no se debe ser demasiado perseverante y el significado que puedo pensar para este consejo es paciencia, tiempo y comprensión. Porque hay que salir de la victimización y la victimización tiene muchas trampas.

Como que busquemos venganza y terminemos muertos en la calle, nos hundamos en la autocompasión y nos hagamos adictos al sufrimiento, al alcohol o las drogas, repitamos el patrón en nuestros hijos, nos maltratemos en una relación sado-masoquista, nos prostituyamos, caigamos en poder de la trata de personas.
En fin, que es un trabajo muy difícil sacudirnos y fortalecer nuestro espíritu y que hay muchos nobles que dedican a esto su vida, al trabajo en lo echado a perder por la madre. Y en muchas ocasiones lo hacen porque ellos han pasado por igual situación y la han sorteado con éxito. Saben que se puede.

También es cierto que si uno no puede eso no significa que otros no puedan.

Esta línea es un aprendizaje muy importante porque llega un momento, cuando uno se ha empeñado en  este tipo de trabajo de 18.2, en que se acaban las preguntas porque te diste por vencido. Hay cosas que se pueden arreglar y otras que no. Y de nada sirve preguntar por algo que no tiene arreglo porque no hay potencial para que eso se arregle. Porque UNO tiene el potencial pero el OTRO no lo tiene y UNO no lo puede arreglar para el OTRO. 
Que recibamos esta línea es una gran ayuda, porque cuando sabemos esto ya no intentamos lo imposible, querer arreglar lo que no tiene arreglo en lugar de aprender a vivir con ello.

Ritsema dice "dejar que las cosas se pudran para que se tornen obsoletas" con la diferencia de que acá uno ha hecho consciencia de ello.

Ese tipo de cosas te suceden y te suceden una y otra vez, porque UNO quiere abandonar su mundo mejor que como lo encontró, porque así como está a UNO NO LE GUSTA. Tenemos ese tipo de propósitos algunos de los que consultamos el I Ching y lo usamos para hacer el trabajo del 18.

Con el tiempo UNO va aceptando esto como parte de su aprendizaje. Son cosas que parecen pequeñas pero no lo son. Esa distinción es esencial, hace que tu energía sea más eficiente a tu propósito. Uno se va distanciando, es un proceso lento.

Para los amigos astrólogos este sería un Júpiter en Cáncer, que mantiene nexos con la luna o que está en casa 4. Consecuentemente la polaridad de Cáncer, Capricornio, también está activada y entonces lo podemos encontrar en ese signo o en contacto con Saturno o en casa 10. Cualquier contacto Luna, Júpiter Saturno hablaría de este hígado y del trabajo en lo echado a perder por la madre, la línea 2 del hexagrama 18. Porque es un hígado que está capacitado para hacer este trabajo y ayudar a otros a que lo hagan.
Es un hígado dulce y solícito, que marca límites con amor, como la hembra del jabalí.

Cuando esta línea entra en mutación se nos presenta el hexagrama 52, la Montaña, Detenerse.

hexagrama 18

hexagrama 52, la Montaña, Detenerse.

Los ideogramas del 52 muestran un hombre detenido con el cuerpo dirigido hacia adelante y la cara girada hacia atrás.
Ese es el mensaje del silencio de las tumbas en el hexagrama 52, "es el momento de detenerte a mirar lo que has recibido y aceptarlo, luego seguirás tu camino".
También puede leerse como que en cada uno de los seres del mundo que existen hoy están presentes todos los que existieron. Como una gran pirámide de antepasados presentes y a oscuras en nuestro cuerpo y también sosteniéndonos de abajo para que estemos en la luz. Montaña sobre Montaña.

El trabajo en lo echado a perder por la madre es una montaña que se puede encarar con las cualidades de esta esencia.
Cuáles son las cualidades de la esencia Montaña.
Su elemento es tierra  como el de K'un, la madre receptiva; y como ella es dulce y amante.
Es el hijo menor y es silencioso.
Es el templo de los ancestros cerrado con llave, es decir que guarda un misterio que resolveremos cuando aceptemos el misterio como parte integrante de nuestras vidas.
Es la Historia Oficial, esa que ha sobrevivido y pasa de generación en generación sin que nadie la discuta ni la investigue, la Tradición; y también la otra, la que se encuentra al revisar los documentos polvorientos encajonados por las generaciones anteriores. La Historia Oculta, tanto la "ocultada" como la "no vista".
Tierra dulce, silenciosa y misteriosa en su inmovilidad, me recuerda esos paisajes de fondo en las obras del Renacimiento. Algo como esto:

El mito de Adán y Eva en la tradición de La Anunciación. El mito es un paisaje fantástico del pasado grabado en nuestras células.

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Es decir que esta segunda línea te pone una pared en tu camino, te detiene, te cierra el paso y te obliga a mirar el pasado de la humanidad. La pared no caerá hasta que lo hayas recibido con lucidez y lo hayas aceptado como tu herencia. Hay que revisar el pasado, verificar la versión que te han vendido en esos anales que están guardados en Ken arriba.
Ken afuera en este hexagrama sería la Historia Oficial, es decir, el mito. Mito familiar, social y cultural, "lo que todos saben" que no es "todo lo que sucedió" sino lo que sobrevivió de lo que sucedió. Un remanente arcaico, una fuente lejana distorsionada por la distancia.
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Aceptar es aceptar, no es queja ni es reclamo ni es enojo ni es eludir haciendo como si aceptaras y luego tirarlo a la basura negándolo, es aceptar y punto. Es decir, llevarlo con uno al seguir como lleva uno sus brazos y piernas.
Porque este cuerpo nuestro, con su carga genética de millones de años de evolución y su historia en el planeta, que hemos recibido de la Gran Madre, es nuestra fabulosa herencia y es un tesoro escondido en nuestro cuerpo.
Octavio Paz lo dice así, "hay fuentes en el jardín de tus arterias"
Si no lo respetamos por lo que vale lo perdemos y así también se pierde la fabulosa herencia que todos tenemos.
Herencia que habrá que reconocer por propia cuenta y con la ayuda que encontremos por el camino, explorando nuestros dones y nuestra historia. Porque si nuestra madre biológica o sustituta no nos ben-dijo, la Gran Madre bendice a todos con una combinación original y única de genes.
No hay otra igual, ni la hubo ni la habrá, la Gran Madre K'un no repite; el que repite patrones -no seres, patrones-,es el Padre Ch'ien, el paso del tiempo.
Comprender y aceptar la bendición de la Gran Madre en el hexagrama 52 es el trabajo en lo echado a perder por la madre en la segunda línea del hexagrama 18. Acabar con la victimización, porque no hay víctimas, las creamos con nuestra actitud de repetir lo que nos dijeron sin revisarlo y con esa actitud también nos convertimos en víctimas.
Lo que nos sucede cuando hemos terminado este trabajo es que la montaña arriba ya no nos pesa, porque abajo está otra montaña, otra Historia que puede con ella. Nuestra herencia materna abundante y polvorienta, nuestra MEMORIA, nos habilita otra historia y un canal de amor que nos fortalece y completa.
"Todo está guardado en la memoria, sueno de la vida y de la historia"

La memoria es el don de la Gran Madre y es el recurso de la segunda línea..

Se pueden percibir muy bien acá en este hexagrama algunos de los significados del trigrama Montaña, el hijo menor, el que llega al final.

La Memoria, León Gieco. 

La memoria es pesada y densa, hay que ventilarla en público.

El trabajo de la segunda línea es un trabajo noble, como todos los de las líneas de Sun abajo en este hexagrama. Las reservas están para las líneas de Ken arriba, la acción en el mundo de Ken. Sólo la línea central de Ken arriba es corrección que se elogia.

Cuando alcanzas a percibir en tu vida la esencia de Montaña, es decir, lo que las generaciones anteriores ocultaron en Montaña y está impidiendo tu crecimiento, todo se ilumina. Nadie puede crecer sin amor, y acá en Montaña está la conexión a la fuente lejana. Por eso es el hijo que llega al final, el que te completa como madre y padre, es decir, el que te habilita el ingreso a la vida adulta.

Vamos a la Quinta Línea

Rectificar lo echado a perder por el padre.
Uno cosecha elogios.

Ken la Montaña arriba en este hexagrama es obstinada en su perversión, porque aplastar a Sun es muy fácil para Ken, es un efecto de la gravedad de su propio peso.
Acá se pueden percibir otros significados del trigrama Montaña, la herencia obstinada de nuestra historia personal y colectiva que se ha pervertido. La que imagino como el tragón y como el troglodita.
Porque Ken para no aplastar necesita darse cuenta de la acumulación de abusos que viene cometiendo. Alivianar su peso, desprenderse de posesiones voluntariamente. Esas posesiones que ha acumulado con la servidumbre de Sun su hígado, su ragú abajo.
¿Qué es lo primero que te sucede cuando ayunas y por consiguiente adelgazas?
Pues que te elogian, así de simple es. No es gran trabajo.
Lo que significa que lo que no usas porque tienes en exceso ahora está disponible para que lo use otro. Otro se alimenta con lo que NO comes porque NO lo necesitas.
Es evidente que para un troglodita atiborrarse de comida cuando la encuentra es algo muy bueno, porque tal vez no vuelva a encontrar más durante toda la próxima semana. Pero eso está en nuestro pasado, esa memoria del hambre en nuestros ancestros, en nuestras células, es como un fantasma que nos acosa.
Pero eso es de ellos, no es nuestro. Nosotros hemos domesticado a las plantas y a los animales y a la tierra toda, estamos haciendo uso de nuestra herencia ya. Ya está en nuestras manos, hemos heredado la Tierra.

Arquetipo de troglodita que nos lleva a seguir aceptando la herencia del tragón como algo risueño y sin importancia. Hay trampas en nuestra memoria que llevan a sótanos profundos y oscuros donde está sentado el troglodita esperando que levantemos la tapa para salir. Podemos dejarlo salir a tomar aire si lo hemos domesticado, algo como sacar a pasear al perro, pero el perro no es el amo. Supongo que ese lugar donde espera el troglodita también está en el hígado.

Cuando la línea cinco, que es el regente del hexagrama 18, se hace firme, se nos aparece el hexagarma 57, la hija mayor.
Sun sobre Sun, Viento sobre Viento. Suave y más Suave, comprensión redoblada. Entonces comprendemos al padre difunto que ya puede retornar a su origen con nuestra comprensión. Al troglodita, nuestro ancestro.

hexagrama 18

hexagrama 57, Lo Suave

El dictamen del hexagrama 57 dice que el éxito en su aplicación se logra por lo pequeño.
Lo interpreto como que es largar lastre para ser más pequeños, mas livianos, más libres. Un pájaro pesado no puede volar alto. Empequeñecerse, ser anónimo, fluir con la vida es imposible con el lastre de las posesiones y los mandatos. Las posesiones y los mandatos usan tu vida para perpetuarse, te encadenan y te inmovilizan; la inercia de la materia te controla, decide tu vida, te obliga.
Esta mutación transforma la Montaña en un pájaro que vuela libre como el viento y difunde el mensaje de la nueva generación de Sun abajo en el 18 que se ha liberado de los lastres del pasado en el 57.

Esa es la quinta línea del 18, el mensajero de la nueva conciencia, el regente del hexagrama.

Para los amigos astrólogos pienso que esta línea muestra a un Júpiter en Leo y su correspondiente oposición en Acuario. En Leo está el Sol y en Acuario Saturno y Urano. Del juego de esos símbolos astrológicos se habla en esta línea. Esta es la herencia del padre, nuestra creatividad para hacer uso de este planeta. Creatividad e ingenio que nos llega con el troglodita, porque el hambre es un tremendo motor para el ingenio.

Resumiendo, estas líneas 2 y 5 nos acercan a la herencia de la Madre y del Padre.
De la Madre las bendiciones de la olla de oro del arcoiris , el cuerno de la abundancia, este planeta y nuestro cuerpo con todo su potencial inexplorado y sin usar. Del Padre el genio.
Con ambos encontramos la solución adecuada para cada situación y condición, esa solución que surge del caos y organiza la materia.

El trabajo de este hexagrama nos va acercando poco a poco a recuperar el poder personal y colectivo que está asfixiado por la inercia del pasado. Tecnologías obsoletas que fueron útiles y ya no lo son, pero que volveremos a guardar en los cajones polvorientos para las generaciones futuras. Ellos pueden necesitar esas cenizas para renovar su creatividad..
Apartar y guardar con agradecimiento lo que obstruye nuestro camino es un trabajo que todos nos debemos para no vivir rodeados de basura.

El trabajo es descubrir lo que uno tiene dentro, lo que lleva consigo como lastre cultural sin sentido o con pleno sentido. Para eso hay que revisar todas y cada una de nuestras certezas culturales y familiares. Siempre se puede hacer mejor algo; nada de lo que hacemos, de nuestras conductas culturales, pertenece a nuestra propia naturaleza. Porque todo eso es aprendido sin consciencia, en una trasmisión mecánica de generación en generación y todo ello son construcciones culturales. Las instituciones, los roles y funciones, las relaciones de dependencia y dominio son trasmitidas sin consciencia y asimiladas sin consciencia. Así se naturalizan lo que son construcciones culturales y familiares y se busca imponer a todos los hombres y en todos los vínculos los parámetros de mi cultura; porque creemos que eso es lo "natural en el hombre".