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Nota para 22.5. Comentario para el hexagrama 22. SExta parte.


Nota para 22.5

Esta línea es una de las más bellas del I Ching.



El sujeto de esta línea va subiendo la montaña con muy poca cosa, solo lleva un rollo de seda cruda, sin escritura. No sube con un libro donde está lo que sabe, porque no sabe. No sube con un libreto de lo que va a decir, no sabe lo que dirá.

Esta línea está bajo la luz de la sexta línea yang, brillante. Las nieves eternas que cubren al volcán.


Cuando esta línea entra en mutación, el trigrama Montaña se convierte en Viento y aparece el signo del hexagrama 37, La Familia.



No se trata de mi familia ni de tu familia, tampoco de la familia humana; no se queda en lo pequeño porque lo que está viendo y sintiendo es grande, es la Obra de Tierra y Cielo. Está hablando de la hermandad, del único origen de los hijos mortales de este mundo, el planeta Tierra.

Esta línea en el hexagrama 37 es la que dice "no hay temor en el amor". Esta línea siente la necesidad de proteger y apoyar el crecimiento, es la que representa la figura protectora del hexagrama 37.
La única protección es el amor, todos estamos por igual indefensos.

Este es el viento que sube, el bosque que sube. Viento que trae lluvia y nieve que limpia y refresca, bosque que repara los destrozos, cobija y alimenta los 10.000 seres.

Reserva Huilo Huilo- Valdivia- Patagonia chilena
https://blogs.infobae.com/parques-museos/2015/02/04/reserva-huilo-huilo/index.html

El reparador y el dispensador de lluvia, el comprensivo, el amoroso. El que necesita espacios amplios, naturaleza y soledad para ser transformado por la belleza y vulnerabilidad de este mundo.

El que sube al rito de iniciación como hijo, luego es hermano y luego es protector. Porque el amor que siente despierta su coraje.
Uno se puede enamorar de este mundo y nada de lo que hay en él resultarle ajeno.
¿Cómo se logra despertar el coraje de los hombres buenos?, subiendo a la montaña, solo y sin saber.

 Este planeta es un libro que se puede leer, hay que subir para leerlo. Cada uno de nosotros que sube de esta manera -sin saber-, dice de esta manera.

"Cuando el amor llega así de esta manera, uno no se da ni cuenta..."


Alejandro Xul Solar- Bordes del San Monte

Luego, tiene para decir. Lo que tiene para decir, sus palabras, brotan de su calidez interior. Son completamente sinceras y valientes. No son palabras prestadas ni aprendidas.
No oculta nada, no pide nada, no vende, no compra, no seduce con palabras; sus palabras no son intencionadas. Sin embargo, van directo al corazón.

No hay temor en el amor, la quinta línea del hexagrama 37. Lo único que nos salva del frío y del miedo, la protección del amor. El Imperio personal o mundial, no lo hace.

No es cuestión de los viejos taoístas, aunque ellos sí que han sabido hacer esto de no saber, han hecho de ello una disciplina.

. . .

Han Yu

Sin título

Todo resuena, apenas se rompe el equilibrio de las cosas. Los árboles y las yerbas son silenciosas: el viento las agita y resuenan. El agua está callada: el aire la mueve, y resuena; las olas rugen: algo las oprime; la cascada se precipita, le falta suelo; el lago hierve, algo lo calienta. Son mudos los metales y las piedras, pero si algo los golpea, resuenan. Así el hombre. Si habla, es que no puede contenerse; si se emociona, canta; si sufre, se lamenta. Todo lo que sale de su boca en forma de sonido se debe a una ruptura de su equilibrio.

La música nos sirve para desplegar los sentimientos comprimidos en nuestro fuero interno. Escogemos los materiales que más fácilmente resuenan y con ellos fabricamos instrumentos sonoros: metal y piedra, bambú y seda, calabazas y arcilla, piel y madera. El cielo no procede de otro modo. También él escoge aquello que más fácilmente resuena: los pájaros en la primavera, el trueno en el verano; los insectos en otoño, el viento en invierno.. Una tras otra las cuatro estaciones se persiguen en una cacería que no tiene fin. Y su continuo transcurrir, ¿no es también una prueba de que el equilibrio cósmico se ha roto?

Lo mismo sucede entre los hombres; el más perfecto de los sonidos humanos es la palabra; la literatura, a su vez, es la forma más perfecta de la palabra.
Y así, cuando el equilibrio se rompe, el cielo escoge entre los hombres a aquellos que son más sensibles, y los hace resonar.

Octavio Paz seleccionó y tradujo a nuestra lengua poesía china, este es un ensayo breve de un literato confucionista del siglo VIII-IX del período T'ang. Su alusión al Cielo, Ch'ien, escogiendo, lo identifica sin dudar. No se puede escoger lo que resuena, lo que resuena, resuena y no depende de que uno lo escoja, no hay elección voluntaria. Simplemente sucede porque la cosa que resuena está ahí.
He recordado este texto porque usa esa palabra: resonar. Y porque muestra muy bien el error en que caemos cuando emprendemos algo.

Acá viene bien la enseñanza del hexagrama 15. El sujeto de ese hexagrama no escoge, toma lo que resuena por naturaleza, lo que con-cuerda; es decir, lo que acuerda en el corazón, en la esencia. Por eso "al modesto todo le resulta fácil". Y esta es una cuestión que tiene que ver con el desarrollo de la sensibilidad, no con el desarrollo de la fortaleza, de la voluntad. Lo que es muy evidente en el signo del hexagrama 15 porque en el mundo de la acción, el trigrama superior, está K'un. Lo Receptivo.

Hexagrama 15, Integridad, Modestia
Esa es la locura del hombre, esforzarse en desarrollar su voluntad mientras desprecia su sensibilidad que es la que le muestra lo que resuena con él.
Una mala elección, el hexagrama 15 demuestra que ambas son necesarias en el momento oportuno. El hexagrama 16 lo confirma mostrando el momento oportuno. En ese momento, el oportuno -que se percibe por la sensibilidad a la resonancia de la integridad del modesto-, la línea yang se traslada del tercer al cuarto puesto y se dispara como Trueno. Todos están de acuerdo en el cuarto puesto del 16, allí no hay oposición.


Hexagrama 16, El Entusiasmo

"¡Oh, cuanto se quejan los hombres de los dioses! Dicen que sus males les vienen de nosotros, y ellos solos por su demencia se dañan solos." Zeus, en La Iliada

Si no hay algo que resuene, nada puede resonar. El Cielo no escoge, Tierra resuena y por eso la creación es inconclusa. Por eso las estaciones galopan una detrás de la otra y existe la mutación. Porque Tierra resuena con naturalidad. A eso llamamos "la naturaleza de las cosas".

Agrego  esta reflexión como introducción a 22.6. Porque, de igual manera que las estaciones galopan una tras de la otra, las líneas de los signos se siguen unas a otras desde la primera hasta la última.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola Marta, me llamo Felix. Acabo de leer este comentario sobre el signo de la Familia y el amor. Hace unos 12 años me separé de mi ex y con una hija que en ese momento tenía 13 años . Utilizo el Libro mas que nada como consejero, y en 30 años los habre consultado muy pocas veces . Recuerdo que al poco tiempo de la ruptura había tenido una fuerte discusión con ella por el tema de la casa que recién empezábamos a construirla, sintiendo mucha bronca porque me daba la sensación que ella me estaba "embromando" porque quería quedarsela. Me sentía estafado. No sabia que hacer y me puse a llorar amargamente. De la desazón fui directamente al I Ching y lo abrí, onda caiga lo que caiga, sin tirar las monedas, y se me apareció este signo, La Familia, no recuerdo lo que decía pero a medida que lo leia se me esclareció todo y la amargura se me fue al instante y de ahi en mas jamas tuve dudas sobre quien tenia que quedarse con esa casa y ni tampoco entablar ningún tipo de disputa respecto sobre mi separación. Fue una experiencia reveladora que la tengo presente hasta el dia de hoy.
Marta Ortiz ha dicho que…
Hola Felix, el protector de la familia es esa quinta línea. La amplitud de esa protección depende de tu sentimiento de pertenencia. Si esa es tu familia a esa proteges. Qué es una familia, son los que viven juntos. De alguna manera.
Es decir, todo depende de tu sentimiento de pertenencia. No el que dice "eso me pertenece" porque ese es el sentimiento de propiedad. Sino el que dice "yo pertenezco, soy parte de todos ellos".
Cualquiera puede sentir esa necesidad de proteger del quinto puesto. No es privativa del hombre ni de la mujer. Es un rol que uno ocupa porque se asume como protector.
A quién se está protegiendo, se protege el futuro, los retoños. Para eso hay que protegerlos en el presente. Entonces, si uno ama, protege.
Por eso cuando el amor llega uno protege el presente para que el presente tenga futuro.
La amplitud de ese amor es relativa a la persona, en el hexagrama 22, en la línea 5, ese amor que llega protege a todos. A vos, a mi, a tu hija. Es un amor donde nada está excluido.
Felix, te agradezco mucho que compartas con nosotros tu vivencia con este hexagrama 37. Uno no sabe el efecto que tiene este libro en el mundo, no lo advierte. Este libro es un benefactor y nació de experiencias como las del quinto puesto del hexagrama 22.
Conciencia de comunidad, de pertenencia, amor, protección.
Es tan simple, no requiere ningún conocimiento esotérico, es vivencia, experiencia.
Un abrazo grande
Anónimo ha dicho que…
Hola Marta.
Siempre es revelador leerte. Hace poco hice una pregunta, porque estaba mirando facebook, y me encontré con un posteo de un amigo que me dió una mezcla de sensaciones. El posteo era raro. íntimo (pero público) Lúcido, pero también pretencioso. Esas cosas que a veces cuestan entender. Pero a mi me pasó algo incómodo. Algo entre la envidia , el deseo y el enojo. Le pedí al querido iching que me de una herramienta para entender esas sensaciones mías, que me hacían ruido. Y para ver que podía hacer con eso. Me salió este hexagrama, con esta línea, así, tal cual. Mutando a la familia. Esto fue la semana pasada, y ahora esta entrada tuya vuelve a iluminar. Eso. Gracias siempre.
Lula
Marta Ortiz ha dicho que…
Hola Lula, muy interesante lo que nos cuentas.
Cuando uno habla así, de esa manera en que lo hizo tu amigo, puede suceder que se agregue esa pretensión de agradar de la segunda línea. De adornar las palabras. Eso las daña, daña las palabras. En lugar de descubrir la esencia de las cosas tapan esa esencia con formas rebuscadas.
Uno puede ser muy sensible al rebuscamiento, a la artificiosidad, al manoseo. A uno lo puede molestar de alguna manera eso, sentir la nota falsa que es como desafinar con el violín.
O es que uno no está acostumbrado a ver como el otro se desnuda en público y siente vergüenza ajena. Ha pasado un límite que está en el recato de uno mismo -uno no lo haría- pero no en el del que habla y eso te choca.
Muy interesante. Sí, ahora entiendes esta línea mejor y yo también.
Gracias Lula, un abrazo.

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