Decimos que el I Ching es un libro, pero, si no se comprende cómo es este libro, podemos tomar liebre por gato y vivir con la liebre creyendo que es un gato. Algo que le sucede a cualquiera de nosotros en su vida.
El concepto de "virtualidad" nos es muy familiar ahora, eso ayuda a entender el tipo de libro que es el I Ching.
Toda la información del "libro" está condensada en los signos de los 64 hexagramas, son muy nítidos y visibles. También están los ladrillos que los componen, los 8 trigramas que se combinan de a dos, arriba y abajo, hasta agotar las combinaciones.
Los 8 trigramas tienen la máxima potencialidad de comunicar significado, son los signos-esencia que se combinan en los 64 hexagramas
Ese es el libro, un libro virtual, codificado en lenguaje binario de unos y ceros. 1 para la línea entera, 0 para la línea partida.
Nadie sabe cómo fue que se originó, pero ahí está, una Montaña completa de conocimiento virtual, un programa que responde a cualquier cosa que se le pregunte, como el buscador de Google. Con la diferencia de que hay una correspondencia exacta pregunta-respuesta.
H 52, La Montaña, el Hijo Menor. |
Si usamos el libro para saber cómo fue que esta montaña de información que son los 64 hexagramas aparecieron en la Tierra, hay que culpar a Trueno, que le antecede en la secuencia.
H 51,Trueno, Chen, un gigante que camina sobre las nubes, el Hijo Mayor. |
Para los chinos, una voz tonante en el cielo es Trueno, Chen, el poderoso gigante que camina sobre las nubes. El conductor de los ejércitos de Cielo, el Padre. Algo como San Miguel Arcángel en la Biblia.
El signo del trigrama Trueno, tiene una línea yang que entra por abajo y dos yin que pesan arriba. La línea yang eleva a las líneas yin y las vivifica.
En el trigrama Montaña, la línea yang está en la posición más alta. Como es luminosa, alumbra a las dos líneas yin de abajo.
Como lo hace este libro, que nos alumbra el caminar el camino.
Lo que los chinos hicieron con este simbolismo es algo distinto a lo que Moisés y su pueblo hicieron con el mismo simbolismo. Porque el símbolo y su significado es parte de la naturaleza humana y terrestre, pero se materializa en mitos y relatos de distintas maneras e intensidades de abstracción en las distintas culturas.
Se puede apreciar que el simbolismo y su significado se derrama desde los signos, como ríos que bajan de Montaña hacia toda la superficie de la tierra habitada por los seres humanos. Cada río tiene un color distinto porque recorre un camino distinto, tantos colores como los del arcoíris. Cada cultura hace de igual manera que un artista, elige una paleta de colores y hace variaciones mezclándolos en distintas proporciones hasta que se dice, ¡éste es!
Pero el signo es completamente blanco, no distingue colores, es esencia pura y clara, agua de manantial. Cielo y Tierra, Trueno y Viento, Agua y Fuego, Montaña y Lago. En el I Ching no se ha tocado esto, no se ha ido más allá.
Los hexagramas mantienen esos signos en sus trigramas componentes y nucleares y muestran una imagen compuesta. Montañas nevadas, lagos subterráneos, hierba movida por el viento.
Nuestra creatividad para encontrar significado al símbolo puro y blanco es interminable. A veces es espontáneo, inocente y verdadero, es directo y sin intermediarios. Otras veces lleva una intención; crear una determinada atmósfera, inspirar miedo, manipular mentes, esclavizar a los seguidores, lograr la lealtad incondicional de los súbditos.
Luego está todo lo que se ha escrito sobre los 64 y los 8 y acá es donde cae la cortina que los oculta. La palabra reemplaza al signo en forma de texto y, con el tiempo, se hace palabra santa y no cambia.
La escuela de conocimiento lo estudia y comenta, lo deja por escrito con su autoridad y lo congela.
Escribir congela el pensamiento con sus referencias a las figuras de autoridad de tal o cuál maestro, lo hace dogmático.
No porque ese maestro esté necesariamente equivocado, -o lleve intenciones equívocas, algo que se puede descubrir por el contexto histórico y la percepción del que lo lee-, sino porque no ha visto todo lo que hay para ver. Nadie puede ver todo lo que hay para ver, somos humanos.
Luego, las distintas escuelas disputan entre sí defendiendo el prestigio del propio maestro, que también es el prestigio de cada uno de los miembros de esa escuela.
Esa no es la manera de acercarnos a la verdad, necesitamos modestia para hacerlo.
Si alguien da un paso, no significa que haya llegado, significa que todos podemos dar ese paso y seguir a partir de ahí.
Esto que estoy escribiendo para los hexagramas del ciclo del tiempo, sólo es una aproximación. Un intento solitario de ir por otro camino, uno más salvaje y menos usado. Es decir, no tan "aculturizado".
Consiste en mirar la subida y bajada de las líneas, con sus significados más abstractos de tiempo y espacio o materia, pensamiento y acción, teoría y práctica, fines y medios, Cielo y Tierra, yang y yin.
Tiempo, pensamiento, teoría, fines, Cielo, yang, que se atribuyen a la línea entera.
Espacio o materia, acción, práctica, medios, Tierra, yin. que se atribuyen a la línea partida.
Pensarlo de esta manera carga de significado nuevo y diverso a todos los hexagramas del ciclo del tiempo. Significados que no se quedan en una sentencia, en un dictamen con su atribución de valor subjetivo e histórico de una cultura o de una escuela de conocimiento.
Comenzar de nuevo desde cero es lo que hacemos, una y otra vez, en el hexagrama 24, Retornar. Sea que nos hayamos alejado mucho en el tiempo y en el espacio o que no lo hayamos hecho.
Lo mejor siempre, es volver pronto, su segunda línea, pero cualquiera de las otras también es útil para volver. Con excepción de la sexta, en la que, sea por el motivo que sea, se nos hace imposible volver a comenzar. La sexta del 27 da pistas.
Uno no ha llegado, uno está en el camino, uno vuelve a la partida, quién sabe si llegará o si lo seguirán otros, pero uno desea que sea un estímulo para seguir pensando.
Tal vez este artículo debería haber sido la primera entrega de esta serie, pero, como es el resultado de una reflexión posterior a lo escrito, llega ahora.
Tal vez siga, tal vez no. No lo puedo saber en este momento.
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Enlazo un artículo posterior que puede ser útil para profundizar en este:
Enlazo las dos entregas anteriores, es un solo artículo dividido en tres entregas:
Comentarios
El cómo y el qué van mezclados. La práctica y la teoría.
Uno puede hacer algo en un momento de inspiración, el momento en que ve la cosa y la dice escribiendo. Esa es la práctica. Luego uno trata de sacar la teoría que está informando esa práctica, ¿porqué estoy viendo esto que veo?
Entonces sale así. Pero si no escribo lo que veo cuando lo veo, luego no puedo masticar y rumiar.
Todos somos distintos y cada uno no puede ser otra cosa que lo que es. Uno se tiene que respetar.
Un abrazo.
Darme cuenta de esto me llevó una vida entera. Lo hacía, pero no era consciente de hacerlo.
Gracias por el comentario Mam, se juntó con otras cosas QUE VENÍA RUMIANDO y por fin lo pude escribir.
Un abrazo.
Penélope.