Cada vez que se ingresa a oscuras a estudiar un hexagrama aparecen nuevos significados. Se revelan aspectos no tenidos en cuenta con anterioridad y también aparecen nuevos interrogantes. Digo ingresar a oscuras porque se está mirando con nuevos ojos y con esos ojos todo es desconocido, un nuevo enfoque cambia la visión.
Ver la mutación de La Visión, el 20, convertirse en el 4, El Joven Necio, por el cambio de las dos líneas centrales de los trigramas componentes, me hizo pensar en que este hexagrama nos habla de cómo tratar con las visiones, las ideas súbitas, los recuerdos que afloran, las intuiciones, los sueños, las sincronías y demás que son Agua abajo en este signo. Cómo tratar desde nuestra mente racional que es Montaña arriba en este signo.
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Hexagrama 4, El Joven Necio. Agua abajo, adentro, atrás. Montaña arriba, afuera, adelante. |
Como también para mí es una nueva manera de mirar el signo, entré a mirar una línea que siempre me produjo inquietud intelectual por cómo la tratan los comentaristas. Otra más de tantas. Hacer justicia a las líneas de los hexagramas también es una función de la razón que vela por la justicia y siempre sentí que no le hacían justicia, pero no encontraba argumentos lógicos para refutarlas. Lo único es que la cuarta línea del hexagrama 4, El Joven Necio, muta al H.64 y entonces no puede ser así como dicen.
El escenario del hexagrama 4 es una escuela, como si este mundo en el que nacimos en el hexagrama 3, sea una escuela. Habla de los dones que traemos todos los hombres en mayor o menor medida y cómo esta escuela debe ser regida, administrada y sostenida para que sus alumnos puedan desarrollar sus dones innatos. Tanto da consejos al que aprende como al que enseña, porque son el mismo sujeto.
Se llama El Joven Necio porque pedimos certezas y seguridad a un mundo que se está transformando mientras vivimos. La única certeza es el cambio y la muerte, por eso fue necesario que los maestros sabios que nos precedieron idearan este libro para ayudar al Joven Necio. Entonces, este libro es un manual para el Joven Necio y su cuarta línea es el ministro de esta escuela.
Un ministro no llega a esa posición en la escuela de vida sin tener el aval de años de perseverancia y logros. De hecho, resulta de la mutación de la cuarta línea -el ministro- del hexagrama 64, el hexagrama que trabaja en la obra inacabada de ordenar el mundo humano y la propia vida. Por eso no se justifican los comentarios para esta línea, no sin investigar y estudiar más.
Nuestro ministro del hexagrama 4, es tan necio pero tan necio que es vergonzante?. No me parece a la luz de este enfoque. Cuando muta va al hexagrama 64, Aún-no-cruzar, el último. Ese que tiene a Agua en el trigrama inferior y a Fuego en el superior
El escenario del 64 sucede cuando las cosas no están resueltas pero están encauzadas -Agua abajo- para ser resueltas -Fuego arriba-. Que nos muestra, en sus líneas tres y cuatro, la dimensión de la tarea que nos queda por hacer y como hacerlas. Las líneas tres y cuatro de los hexagramas son las líneas del Hombre.
Aunque Agua baja y Fuego sube, y se deberían separar, si se mira el interior del signo 64 se puede ver como han aparecido, con la mutación de la cuarta del hexagrama 4, otro trigrama Agua y otro trigrama Fuego y están entrelazados. Eso mantiene a Fuego y Agua unidos. Como dice el Shuo-Kua, Fuego y Agua no se combaten mutuamente y este signo lo muestra con claridad, porque se amalgaman pero se distinguen bien uno del otro. Como en el jade nefrita, que, a mi juicio, representa a los dos hexagramas finales del I Ching, Ya Cruzar (al orden) y Aún no Cruzar (al orden). La unión de Fuego y Agua que no se combaten mutuamente.
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Jade nefrita, hexagramas 63 y 64. Agua y Fuego no se combaten entre sí. |
¿Qué ha sucedido? La línea 4 del hexagrama cuatro es la central de su trigrama nuclear superior, Tierra. Cuando se activa se hace firme y aparece otro trigrama Agua en el nuclear superior y un par de trigramas Fuego arriba y abajo de la línea central de Agua en el hexagrama 64. Los dos ojos enfocados en la línea central de Agua. Puede verse como sube Agua con esta mutación y se enciende Fuego, como pasa a la conciencia y a la obra que realiza el artesano. Muta una sola línea y de un salto adelantamos sesenta hexagramas hasta el último, la obra inacabada que se sigue haciendo con tesón.
Esa cuarta línea central del trigrama Tierra en el hexagrama 4 se corresponde con la cuarta de LO Receptivo, el hexagrama 2. Esa que habla en su dictamen de una bolsa atada, porque lo receptivo sirve para conservar. Nuestra mente receptiva guarda innumerables bolsas atadas que están llenas a reventar. Quién sabe desde cuando es que se están llenando y mejor no adelantarse a presuponer. El asunto es que algo sucede en el ahora, se abre alguna y salen esas imágenes y recuerdos. Esa es la situación de la cuarta del 4, eso es lo que tiene entre manos.
Genio y figura hasta la sepultura, el Joven Necio de la cuarta línea corre a trabajar en su obra inacabada en el 64, porque nunca se acaba de hacer. Así el noble actúa con resolución y cultiva sus dones y en esta línea lo hace siendo cuidadoso en la discriminación de las cosas para que cada una ocupe su lugar.
Las cursivas son los dictámenes de La Imagen de sendos hexagramas 4 y 64, unidos. Las negritas, las palabras que uso para unirlos.
Lo que le pasa al ministro acá es que está concentrado en resolver un caso muy peliagudo y le está costado mucho tiempo. Años. No aparece por la corte porque está en una excursión punitiva a la tierra de los bárbaros, esa de las imágenes arquetípicas que aparecen en las visiones y que también llaman "demonios". Lo vemos en los dictámenes:
El que más se ajusta a este enfoque es el del I Ching Eranos y dice así para un 6 en el cuarto puesto del hexagrama 4:
Confinar el Embozar. Confusión.
Algo embozado tiene cubierta su cara o está disfrazado de otra cosa. En el caso de este enfoque, se trata de imágenes analógicas que aparecen y uno intenta confinarlas, interpretarlas usando la razón. Porque Confín es otro nombre del hexagrama Montaña, un nombre que nos permite entender cómo trabaja confinada la mente racional yang con la mente receptiva yin, es decir, cómo se concentra y aísla escuchando su voz interior.
Al sujeto de la cuarta línea lo que tiene entre manos le genera confusión. Esa confusión lleva al arrepentimiento, a avances y retrocesos, a intentos fallidos y logros mientras él corrige así la dirección de su mente y de su vida. Porque al corregir la dirección de su mente puede encontrarles sentido, las puede ordenar en sucesión lógica. Y lo que encuentra al ordenarlas le sirve para reordenar su vida.
Digo que parece estar hablando de alguien que usa el I Ching para ordenar su mente y su vida.
Está hablando del procedimiento que usamos para leer, a la luz de la razón, las analogías que se presentan como hexagramas, ideas súbitas, sincronías, intuiciones, sueños, deja-vú, todo tipo de percepciones, como cuando identificamos en el acto al que está mintiendo o al que está siendo transparente como agua de manantial. Esas cosas que uno sabe sin saber y son la especialidad del hexagrama 4, El Joven Necio.
Las sincronías son las que nos llevan a corregir la dirección de nuestras vidas, en realidad, son oportunidades para hacerlo. Porque, al igual que todo lo demás, uno puede rechazarlas como casualidades sin sentido. Sin sentido porque no tienen un ordenamiento causa-efecto, una secuencia, porque son disruptivas y a esas cosas la razón mal entrenada las rechaza sin mirarlas dos veces. O las atribuye a demonios en todo tipo de supersticiones fantasiosas.
Visiones y sincronías funcionan en un universo paralelo que nos es ajeno a nuestra consciencia diurna y nos es familiar a la consciencia de los sueños. Todos sabemos que soñamos y tenemos presente de alguna manera en la consciencia figuras ideales a las que aspiramos o rechazamos. Pero acá en la cuarta línea el sujeto está intentando salir de la confusión para traer todo eso a la conciencia diurna y darles un uso.
La línea-espejo en el hexagrama 64, No cruzar, es consecuente con este accionar y dice así en el I Ching Eranos:
La determinación es venturosa. El arrepentimiento se desvanece. Conmoción para conquistar la Tierra del Demonio. En tres años recibirás un gran país como premio.
La cuarta línea está intentando usar la razón para comprender las imágenes analógicas que le están llegando de adentro, no lo que ve con el ojo, en el hexagrama 4 no está el trigrama Fuego. Es lo que escucha desde adentro de sí mismo cuando la bolsa se abre. Y ese es un trabajo agotador para la razón, que tiene que estar traduciendo imágenes arquetípicas del caos acuático al orden mental del raciocinio y ordenarlas de tal manera que sean comprensibles.
Que la conmoción de la mente racional es evidente nos sucede a todos, porque la mente receptiva recuerda, idea y proyecta esas visiones de forma súbita, en el ahora, cuando la bolsa se abre. La conmoción nos alerta y por eso la línea 4 de este hexagrama muta a yang.
El sujeto del hexagrama 4 está usando las manos en el mundo de la acción, Montaña arriba, y en el mundo del pensamiento está dejando que fluya el agua de su manantial, su inspiración. Las líneas dos y cinco están conectadas porque se reciben mutuamente y la cuatro es el filtro. Cuando muta al 64 el flujo se interrumpe, hay que ordenar, es algo nuevo y es necesario acomodar de otra manera, no como lo hacíamos antes
Como dije, la cuarta línea es el ministro, el filtro. Un ministro es el conducto por el cual lo que está adentro en el pensamiento es trasmitido al rey de la quinta línea. Y el rey de la quinta línea en el hexagrama cuatro es el alumno ideal, el modelo a imitar por cómo lo hace, por la actitud receptiva que sostiene a la luz de la razón que es la línea superior del trigrama Montaña y del maestro de la segunda línea de Agua abajo.
Este ministro, que recibe de la tercera línea lo que repiten todos porque eso dijo el maestro de la sexta línea, no repite, innova. Piensa afuera de la caja, cambia de enfoque, se arrepiente y vuelve atrás, cambia de dirección y lo termina ordenando después de mucha lucha.
"Al respecto del asunto que le interesa, aparecieron estas imágenes arquetípicas y las ordené para usted, majestad." Eso puede decir el ministro al volver a la corte del hexagrama 4. Acalorado y desgreñado porque estuvo días o años comiendo cualquier cosa o nada, con el sueño alterado por dormir en la tienda de campaña y asaltado por todo tipo de demonios en el campo de batalla.
Ese filtro, el ministro, tiene que ser impecable en su trabajo. Tiene que revisar cada idea, cada intuición, cada voz interior. Porque llegan en tropel y desordenadas y es necesario hacerlas coherentes y respetar la sucesión de un orden lógico que haga justicia a la palabra.
Ordenar las cosas es la función de la razón y que se mantengan en orden también. Orden es justicia. No el orden de los cementerios, sí el de que cada cosa del mundo tiene su propio lugar bajo el sol para vivir en armonía que no le puede ser negado. De igual manera, las palabras deben guardar el orden. Un orden lógico, racional, comprensible. Que las haga transmisoras eficientes y así sean útiles para ordenar el mundo humano.
Siempre que Montaña está arriba en un hexagrama, esa línea del ministro, la cuarta, es la encargada de ponerse firme con que las cosas se ordenen según una lógica racional antes de llegar al quinto puesto. Más aún lo será en el H.4, que está lidiando con contenidos revueltos que afloran a la consciencia como el Agua de manantial surge de la Montaña, a borbotones y cristalina.
Entonces, esta entrada del blog es para reivindicar el trabajo de la cuarta línea del hexagrama 4, El Joven Necio y rendirle el tributo que se merece. Conquistar la Tierra de los Demonios ayuda a los hombres a comprender ese conocimiento silencioso interior que se traduce en supersticiones y persecución de brujas de todo tipo según sea la mente fantasiosa que los produzca.
Fantasía no es imaginación, es la alteración de lo imaginado por parte de la mente racional que lo distorsiona porque se apura a sacar conclusiones "lógicas" con los tres datos que tiene. Imaginación es algo límpido y veraz que todos tenemos en menor o mayor medida y no aprendemos a usar a la luz de la razón.
Y ahora me asalta la imagen de Sócrates haciendo filosofar en la plaza del mercado al esclavo de su amigo, todos con túnica y sandalias y al sol de la mañana, tal y como la imaginé cuando leí el dialogo. Porque Sócrates era experto en tejer argumentos racionales con imágenes arquetípicas que lo asaltaban, un alumno ejemplar del quinto puesto del hexagrama 4 que tenía un ministro muy eficiente, y, en ese momento, argumentando con su amigo, le quiso probar que TODOS podemos filosofar.
Los refuerzos llegan por sincronía y uno va aprendiendo a aceptar las sincronías que le traen pistas para seguir. Sé que todo termina por ser ordenado si nuestra mente racional yang va en auxilio de nuestra mente analógica yin. Si la conduce a atravesar los mares tormentosos y llegar a buen puerto como un piloto bien entrenado sabe hacer en el hexagrama 59, La Dispersión.
El artículo que me llevó a escribir éste, es este otro:
https://abatesoderini.blogspot.com/2025/01/para-un-seis-en-el-segundo-puesto-de-la.html.
Agrego que, esta línea y su espejo en el H.64, me resulta similar por analogía al dios griego Hefesto, el herrero divino, el artesano que crea con Fuego y templa con Agua, como se ve hacer en el hexagrama 64. Era cojo y feo y estaba casado con Afrodita. Zeus los había casado, porque la obra de Hefesto era como Afrodita y Afrodita era lo que era por el cinturón que Hefesto le había labrado.
En esto hay una muestra de cuán universales son los arquetipos, porque, para Afrodita, esa unión era vergonzante, le era infiel con Marte y también codiciaba sus maravillosas y mágicas creaciones. Los dioses y héroes griegos son arquetipos humanos y en el I Ching también están.
En el hexagrama 4 está el yunque y la obra, el ritmo regular del martillo y la perseverancia en el trigrama inferior, Agua. El sonido y las chispas que salen despedidas del golpe del martillo, es Trueno en el nuclear inferior. Tierra en el nuclear superior es porque las tres líneas se dejan guiar para crear, la tercera línea por la sexta, la cuarta por su dirección interior cuando la bolsa atada se abre, la quinta por la segunda línea. Las tenazas y las manos es Montaña en el trigrama superior.
Todo el simbolismo de Efesto está acá, en el El Joven Necio. Algunos artesanos crean tomando como modelo la tradición ancestral de la sexta, son los de la tercera línea. Otros crean obedeciendo a su voz interior, son los de la cuarta. Los de la quinta por ser dóciles a la tolerancia de la segunda, que saca lo mejor de ellos. La cuarta se vincula con la primera, que es el manual de instrucciones de este signo.
La primera línea dice que el Joven Necio necesita disciplina -una Regla- para convertirse en hombre, y que le quiten trabas para no vivir humillado.
Al respecto de "no vivir humillado", les pego acá un ensayo corto que encontré "navegando"(H.59), tengo guardado en "biblioteca"(H.45) y "vino a mi mente"(H.20). Me parece adecuado para discutir esta idea porque es necesario ser cuidadoso en la discriminación de las cosas para que cada una ocupe su lugar(H.64). El ensayo lleva esta descripción: UN ESTUDIO SOBRE LA VIDA PLENA EN SPINOZA Y MASLOW y es muy accesible.
https://revistas.upsa.es/index.php/cuadernossalmantinos/article/download/570/439/1244
El lenguaje que estamos usando y comprendiendo cada vez más usando las computadoras para resolver problemas, es un lenguaje analógico. El cambio llega inadvertidamente, como Sun en el 44, porque siempre entra por abajo.
La mente racional se apura a sacar conclusiones causa-efecto de lo imaginado sin ser cuidadosa en la discriminación de las cosas para que cada una ocupe su lugar y proliferan las distorsiones fantasiosas de todo tipo en las redes sociales (H.64).
Si hubiéramos seguido el instructivo de la primera línea de El Joven Necio para educar, este cambio no mostraría tanta necedad en el mundo humano.
Ese instructivo es un seguro de vida para nuestros jóvenes, porque ellos vivirán sí o sí en el País de los Demonios. Si no aprenden a esperar a saber más(H.5), a construir argumentaciones fundadas y a debatirlas con otros(H.6) para llegar a conclusiones provisorias por sí mismos porque la obra nunca se acaba, no estarán preparados para esa lucha(H.7). Y su mente racional inmadura y distorsionadora creará o seguirá todo tipo de fantasía con lo imaginado, viviendo fuera de la realidad.
Educar no es trasmitir ideología ni conocimientos salteados por aquí y por allá, es enseñar a usar las herramientas que cada uno trae cuando nace(H.3). Su yunque, su martillo, sus manos y sus tenazas(H.4).
Y digo que hay una herramienta para conocer el yunque, el martillo, la mano y las tenazas de cada uno de nosotros al nacer. Es una herramienta para padres y maestros de línea dos del hexagrama El Joven Necio, el que saca los mejor que tienen. Es la carta natal astrológica de cada uno(H.3). No hay dos iguales porque no hay dos seres humanos iguales y usarla es un desafío, es entrar al País de los Demonios para salir victorioso.
Nadie dice que sea fácil, pero existe y si existe uno puede aprender a usarla para monitorear los avances. De eso se trata la "educación personalizada" que tanto se pregona sin saber cómo se hace. Si al menos usáramos el método de la segunda del hexagrama 4 Sin-Saber la carta natal del alumno, porque es igual de efectivo que sabiéndola, en lugar de ser ministros serían princesas de quinta línea.
Al menos eduquemos en nuestra casa a ministros de cuarta línea con el instructivo de la primera, que ellos harán su camino a solas para despejar lo que obstruya su consciencia en el 59, cuando lleguen al mar. Potenciar el arroyo es el trabajo de Montaña acá, cuanto más alta, más potencia, porque más Agua se descargará en su cima. Eso hará que sus arroyos sean poderosos y no se pierdan por el camino.
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El Joven Necio |
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