Abate Soderini

Si lo que intentamos al crear, al plantar un árbol, al sembrar, al hacer un hijo, es apelar a la esencia de la cosa, con seguridad nuestra atención concentrada en el momento de la creación creará una forma acorde con esa esencia con la que lo estamos creando. Es una atención concentrada, devota. Cada movimiento, cada parada, cada acción, va dirigida hacia el espíritu de la cosa. Uno le está dando vida, la está animando. Entonces la cosa creada por manos humanas tiene esa esencia que le ha sido trasmitida en el momento de la creación, en un acto que es una ceremonia sagrada. Uno está fuera del mundo, uno es dirigido y controlado por sus manos y su espíritu. Hay una consciencia interior que ha tomado el mando. Es un sendero angosto y solitario de montaña, nadie tiene compañía en este viaje. Aunque quieran y a pesar de uno mismo. Entonces, al terminar la obra, la mano se detiene y alguien o algo  confiere gracia a los dedos de sus pies, abandona el carruaje y camina en el prim

Una denominación que hemos acordado para el hexagrama 13 es Comunidad de los Hombres. La hemos acordado y la confirmamos todos los días de nuestras vidas. Acordar significa que hemos unido con el corazón, de donde también se deriva cuerda, esa cuerda que también está en el hexagrama 48, El Pozo (de Agua). Estamos llegando al hexagrama 13 luego de pasar por la terrible experiencia del hexagrama 12, que muestra muy bien lo que sucede en una tiranía de hombres fuertes y despiadados. Luego de esa experiencia hemos acordado que nuestra unión es voluntaria y solidaria. Quién más quién menos, todos aportan algo y se benefician con algo. Hay discusiones, hay camarillas, hay egoísmos y envidias, hay excluidos y autoexcluidos, todo está en sus líneas. Es imperfecto, pero es lo mejor que tenemos para convivir.  Se trata de que nos mantenemos unidos en comunidad organizada por un principio rector alrededor del cual todos giramos y giramos. Somos uno y somos muchos, comunidad  y tambié