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Mostrando entradas de marzo, 2015

I Ching, la analogía y el carácter inagotable.

Me ha parecido que este comentario sobre el uso del arte adivinatorio de  Titus Burckhardt -en su libro que estoy leyendo, Clave espiritual de la Astrología musulmana-, es muy apropiado para reflexionar en el uso que damos al I Ching. "las combinaciones deductivas de una ciencia cosmológica como la astrología producen una infinidad de potencialidades simbólicas que son capaces de atraer “inspiraciones” de órdenes muy distintos; este es el caso, principalmente, para todo lo que atañe al arte adivinatorio, que siempre puede, en la medida en que es interesado, atraer interferencias insidiosas.  En otros términos,el hombre no puede retirar el velo de su ignorancia más que por algo que trascienda su voluntad individual; para la curiosidad individual todo “oráculo” es equívoco, y puede incluso reforzar el error que constituye la trampa fatal de determinado destino." También T.B. dice muy bien de dónde saca su poder simbólico y de significado una ciencia cosmológica, sea e

I Ching, usando la secuencia para la lectura.

Un pequeño comentario que veo necesario para mejorar las lecturas de las respuestas al oráculo del I Ching. Este libro, como lo estamos usando en occidente, tiene una secuencia ordenada de hexagramas que siguen un orden de causa-consecuencia. Es un ordenamiento muy estudiado, muy meditado para facilitar la lectura de las respuestas. Por eso, no usar el ordenamiento es desperdiciar un recurso muy valioso a la hora de identificar el "momento" del ciclo de mutaciones en el que estamos involucrados. Daré un par de ejemplos tomados de los comentarios de este blog para que se entienda mejor lo que estoy diciendo. Supongamos una consulta que acaba de llegar al blog en estos términos. "¿qué sucedería si me mudo a Formentera para trabajar?". La respuesta fue el hexagrama 49, La Revolución, mutando en la sexta línea al hexagrama 13, La Comunidad de los Hombres Libres. Si reparamos en la secuencia, esta persona ya ha tenido y/o está teniendo acceso al 48, El pozo de

I Ching; ejercicio de meditación con una línea.

Acá les propongo un ejercicio de meditación, para meditar en la entrada y salida de las líneas. Como sabemos -y si no sabemos, desde ahora sí lo sabemos-, en los hexagramas y los trigramas las líneas entran por abajo y se retiran por arriba. Será un ejercicio para mirar y que aparezcan espontáneamente las imágenes-idea. La base de la meditación: Para la  línea yang : luz, acción, energía cinética, voluntad dirigida (propósito), el paso del tiempo, calor, conciencia, firme, duro, imponer, fricción, irritación, tensión, sequía calcinante, electricidad, exhausto. El tiempo existe porque existe voluntad dirigida, propósito. Lo Creativo. Para la línea yin : no-luz (lo que llamamos oscuro), no-acción (lo que llamamos pasivo), no-energía dinámica (lo que llamamos energía potencial), no-voluntad dirigida, sin propósito (lo que llamamos respuesta involuntaria, intuitiva o instintiva o quimiotactismo u otros nombres en distintas disciplinas), el no-paso del tiempo (lo que llamamos es

Hexagrama 46, Subir. Reflexionando con la Cabalá

He estado leyendo y escuchando comentarios sobre la Cabalá en Bnei Baruj, una asociación internacional de estudiosos con sede en Israel. Me llamó la atención este vídeo, de forma inmediata lo asocié al hexagrama 46:  http://www.kabbalah.info/es/lecci%C3%B3n-diaria-de-cabal%C3%A1/videoclips-de-la-leccion-matinal/sentimiento-sublime En especial esta frase en referencia a lo que nombra como el sentimiento más sublime: "...porque está en nuestra raíz; y no hay nada en realidad más alto que la raíz" ...nada más alto que la raíz....¡Epa, da que pensar! Sabemos que los hexagramas crecen desde la primera línea hasta la sexta y el 46 -La Subida, Subir, La Ascención, Penetrar hacia lo alto- es el hexagrama arquetípico de esta acción, el crecimiento vertical . Nada se opone, acá no hay resistencia a la subida. Se habla de un crecimiento orgánico, natural, que se adapta a las estaciones del año, con su descanso invernal y sus  primaveras, veranos y otoños en sucesión interminab