Quiero imaginar a todos los que han usado, aportado y meditado el I Ching durante miles de años, como un solo grupo. Un grupo de dragones sin cabeza. Nadie los conoce, no tienen cabeza. Cuando hablamos del rey Wen y de su hijo y sus probables atribuciones a la escritura de los dictámenes de los signos y las líneas, eso se pierde en un pasado milenario. Y los que los precedieron por trasmisión oral, es decir, sus maestros, también. La Secuencia de los hexagramas no es algo que se resuelva en una vida y con una sola cabeza. Hay que poner muchas cabezas a trabajar, y por largo tiempo. Todas esas cabezas son desconocidas. En los comentarios de las 10 Alas se apela al maestro, pero cuando "el Maestro dice..." nunca se nombra al Maestro. El Maestro es Maestro y punto. No tiene nombre, es un dragón sin cabeza. Como Lao Tse es El Viejo, nuestro Viejo Maestro sin cabeza. Los dragones sin cabeza tienen un lugar en el I Ching, aparecen cuando en la consulta se presentan puros nue...
Estuve pensando en cómo presentar estos dos trigramas en una síntesis total que los incluya a ambos, que incluya esta dualidad en un solo concepto, y se me apareció en la mente analógica-sintética un personaje de historieta. Nítido y cristalino, como la Montaña es nítida, conspicua, y el Lago es cristalino, brillante. Los artistas son capaces de hacer esto y neutralizar de un plumazo una biblioteca entera. Como despertar la comprensión con una carcajada. Panoramix. Su personaje y su imagen es como la del signo del hexagrama 31, ese que comienza la segunda parte del I Ching y que en su secuencia dice que, como ese sujeto ha vivido todo lo que ha vivido haciendo conciencia y asumiendo responsablemente cada rol que ha cumplido, Montaña, ahora mantiene su vida despejada, serena y brillante, como Lago. En síntesis, que conoce y respeta su ley interior (Montaña) y eso sostiene en alto su alegría de vivir (Lago). La ley interior sosteniendo la alegría de vivir y la apertura a...